09 febrero 2009

Los peores incendios forestales de la historia de Australia se cobran más de 130 muertos



El balance de víctimas mortales por el gran incendio forestal declarado en el sureste de Australia ya se eleva a 130, aunque se espera que las cifras sigan en aumento, y 100 desaparecidos. Más de 750 hogares han quedado totalmente destruidos, según han informado los medios locales. Por su parte, las graves inundaciones que afectan desde hace diez días al norte de Australia dejan un balance de tres desaparecidos.
La Policía cree que algunos de los fuegos, que arrasaron ciudades rurales cercanas a la segunda mayor urbe del país, Melbourne, fueron deliberadamente provocados.
Las víctimas provocadas por los incendios y las devastadoras inundaciones del norte del país han incrementado la presión sobre el primer ministro, Kevin Rudd, para realizar una acción más firme contra el cambio climático, según han declarado grupos ecologistas.
Ayudas económicas para los damnificados
Hasta 31 focos arden todavía en todo el estado y cinco de ellos preocupan gravemente a los bomberos, el mayor cerca de la localidad de Beechworth en el noreste de Victoria, 40 kilómetros de la frontera con Nueva Gales del Sur, donde el fuego ha saltado por encima del río Kiewa y acecha varios pueblos de la zona.
Las temperaturas han caído de forma drástica, y de los más de 46 grados centígrados del sábado se ha pasado hoy a una máxima de 21, pero los meteorólogos temen que el fuerte viento dificulte la labor de los bomberos.
Hata el momento, unos 4.000 australianos han solicitado ayuda de emergencia tras los peores incendios forestales ocurridos en el país. Así, las ayudas económicas para los damnificados no han parado de crecer y el Gobierno australiano, que ya anunció un fondo de diez millones de dólares locales (6,7 millones estadounidenses), ha abierto una cuenta para las donaciones de particulares y empresas privadas.
Reducción de emisiones de gases
Grupos ecologistas han asegurado que el temporal era resultado del cambio climático y debería aumentar la presión sobre Rudd para que lleve a cabo acciones más fuertes para cortar las emisiones de gas que fomentan el efecto invernadero, culpable del calentamiento global, cuando lleve al Parlamento una nueva política ambiental en mayo.
"El cambio climático es un asunto como no hay otro. El impacto continúa creciendo, por eso las presiones políticas para acciones y medidas como ésta se harán más frecuentes", ha declarado John Connor, director del Instituto del Clima.
Australia se ha propuesto reducir las emisiones globales de gases que producen el efecto invernadero en un 5% para 2020, y sólo lo ampliará hasta un 15% si hay un amplio acuerdo internacional sobre una acción más firme.
Los grupos ecologistas quieren que el Gobierno reduzca sus emisiones al menos en un 25% para 2020, como un ejemplo para el mundo desarrollado, particularmente India y China, sobre la necesidad de llevar a cabo acciones firmes para detener el calentamiento global.
Australia es uno de los países más vulnerables al cambio climático debido a su clima seco y caluroso, con el sur de la nación y la principal área de cultivo a lo largo de la cuenca del río Murray-Darling inmersos en una sequía que dura ya siete años.
Científicos consultados dicen que las temperaturas incrementarán unos tres grados Celsius hasta 2050 a lo largo del norte tropical y los desiertos interiores, empeorando aún más el calor veraniego.

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