07 diciembre 2007

SE DERRITE EL HIMALAYA

India se encuentra entre los países que más contaminan en el mundo y también es uno de los que más sufre sus efectos, según la ONU. "No se puede coartar nuestro crecimiento", afirman las autoridades
La XIII Conferencia sobre el Cambio Climático, que se está desarrollando en Bali, arrojó una nueva sentencia: India es uno de los países del mundo que más contaminan, y parte importante de su geografía ya se ve seriamente afectada por sus consecuencias.

Junto a los Estados Unidos y China, se calcula que este país está entre los primeros emisores de gases de efecto invernadero.

India ya no parece India
Según informó el periódico La Vanguardia, ya hace dos años que los miles de peregrinos que se acercan a la cueva cachemir de Amarnath sufren al ver que la estalagmita de hielo que veneran como símbolo divino se está derritiendo.

Pero no se trata de un hecho aislado. Recientemente, varias islas del estuario de Ganges desaparecieron bajo las aguas, lo que dejó cerca de diez mil refugiados climáticos.

Los especialistas no hacen más que alertar a las autoridades sobre esta serie de catástrofes que están ocurriendo en tierras indias. Entre sus predicciones, advierten que una subida en el nivel del mar en Bangladesh podría empujar a miles de personas a trasladarse a Calcuta, con todo el riesgo ambiental y humano que esto implicaría.

Además, hay que tener en cuenta que la mitad de los indios depende de las aguas del Ganges y otros ríos que nacen en el Himalaya, cuyos glaciares están retrocediendo debido al ascenso de la temperatura (se registra un grado más que hace tres décadas).

Según los científicos, este proceso provocará inundaciones a mediano plazo y sequía a largo plazo, situación particularmente grave para India, debido a que la mayoría de su población vive de la agricultura.

El ascenso de la temperatura media también afectó a las ciudades más importantes. Por ejemplo, el pasado verano indio Bangladesh llegó a registrar 47 grados.

El crecimiento del parque automotor privado es otro de los factores que acrecientan el efecto invernadero.

La palabra de las autoridades
Manmohan Singh, primer ministro indio, señaló en la cumbre climática que no se puede coartar su crecimiento, necesario para sacar a millones de personas que se encuentran bajo la línea de pobreza en ese país.

Sin embargo, elude el dato de que su modelo de desarrollo lleva a los habitantes a contaminar 20% más, llegando a tasas similares a las de un norteamericano promedio. En ese sentido, explican que su política está orientada a que "quien contamine, pague", incitando también a que los países desarrollados los ayuden a financiar la adopción de tecnologías limpias.

La única manera que tendrá de autorregularse es aumentando su eficiencia energética, dada la dependencia de otros países que tiene en esa materia. Para ello, se ha dotado con el cuarto parque eólico del mundo.

29 noviembre 2007

Desastres Naturales... Aumentan 400%

En las últimas dos décadas el número de desastres relacionados con el clima se han multiplicado por cuatro, al pasar de 120 en promedio al año a unos 500. El incremento de esos fenómenos extremos en el mundo “está en la línea de los modelos climáticos desarrollados por la comunidad científica internacional”, destaca Oxfam Internacional en su informe sobre el tema que este domingo será presentado a escala global.

El reporte precisa que 2007 ha sido un año de “crisis climática”, por el número de inundaciones que se presentaron en el mundo (que han afectado a más de 250 millones de personas) y el comportamiento no predecible de la naturaleza.

“Este año hemos sido testigos de inundaciones en el sur de Asia, a lo ancho de África y en México, que han afectado a más de 250 millones de personas. No es un año raro, sino que continúa una pauta de fenómenos climáticos más frecuentes, erráticos, impredecibles y extremos”, comentó el director ejecutivo de Oxfam Internacional, Jeremy Hobbs, en el adelanto de su reporte.

Advirtió a los gobiernos sobre la necesidad “de pasar a la acción para prepararnos para más desastres, pues de lo contrario la capacidad de ayuda humanitaria se verá superada y los avances recientes en desarrollo humano se revertirán”.

Manifestó que recientemente el ex secretario general de la Organización de las Nacionees Unidas (ONU), Kofi Annan, advirtió que “el impacto del cambio climático es probable que sea uno de los mayores desafíos en los años y décadas por venir. La acción, hasta el momento, ha sido lenta e insuficiente en comparación con las necesidades”.

El señalamiento, precisa, tuvo lugar en un año de “crisis climáticas, especialmente inundaciones sin precedente”. Entre éstas se incluye la que enfrentó el estado de Tabasco, donde “más de las cuatro quintas partes” de la entidad quedaron bajo el agua, lo que produjo daños en hogares de casi un millón de personas. El presidente Felipe Calderón la calificó de “uno de los peores desastres naturales en la historia mexicana”.

En su informe explica que “para las personas pobres que dependen de la tierra, incluso un pequeño cambio en las condiciones climáticas puede tener impacto de largo plazo en sus condiciones de vida.

“Una catástrofe breve tras otra, inclusive si son relativamente pequeñas, puede colocar a las comunidades y las personas pobres en una espiral hacia abajo, de la que es difícil recuperarse. Para empeorar las cosas, los países ricos tienden a priorizar la ayuda humanitaria hacia las emergencias de mayor perfil y hacia las naciones que se perciben en línea con sus prioridades de política exterior”, puntualiza.

Para hacer frente a los síntomas de desastres relacionados con el clima, Oxfam llamó a los gobiernos de los países ricos y a la ONU “a que la ayuda humanitaria sea más rápida, justa y flexible, y a que mejoren los mecanismos de preparación para desastres y reducción de riesgos”.

El organismo internacional considera que “debe abordarse el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero que están causando el cambio climático, el cual desencadena el incremento en el número de desastres”.

Según el texto, la cifra de personas afectadas por todo tipo de tragedias ha aumentado de una media de 174 millones al año, entre 1985 y 1994, a 254 millones en el mismo lapso entre 1995 y 2000. “Sólo las inundaciones que este año ha padecido Asia han afectado a 248 millones de personas”, refiere.

Además, el número de inundaciones se han multiplicado por seis desde 1980. “La cifra y el de tormentas tropicales, ciclones y huracanes ha subido de 60 en 1980 a 240 en el último año. Mientras tanto, el de fenómenos geotermales, como terremotos y erupciones volcánicas, han permanecido relativamente estable”, refiere la confederación, conformada por 13 organizaciones que trabajan en conjunto con 3 mil agrupaciones locales en más de 100 países para encontrar soluciones definitivas a la pobreza, el sufrimiento y la injusticia.

Convocó a los gobiernos que se reunirán el mes próximo en Bali (entre ellos, México), en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, a “que aprueben un mandato para negociar un acuerdo global que proporcione asistencia a los países en desarrollo para hacer frente al impacto del cambio climático y para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

“Las naciones ricas tienen que adoptar medidas antes y más rápido, dado que son las mayores responsables del cambio climático”, apunta.

04 noviembre 2007

Cambio climático provocará extinción de 30% de las especies

Barcelona - De cumplirse las predicciones de los estudios científicos, el cambio climático comportará la desaparición, en un plazo de unos cincuenta años, de unas 450.000 especies de plantas y animales, lo que representa el 30 por ciento de todas las especies vivas que se conocen en el planeta.

Aunque aún no existen evidencias científicas de la extinción de especies a causa del calentamiento global, los científicos ya han observado que este fenómeno está provocando una "redistribución" de muchos organismos animales y vegetales, que se desplazan modificando sus hábitats, según explicó a Efe el investigador Michel Loreau.

Loreau, profesor de la Universidad McGill de Canadá y uno de los máximos expertos en el estudio de ecosistemas, aseguró que el cambio climático empieza a ser un factor determinante en la pérdida de la biodiversidad y que su influencia será mayor cuanto más se agraven sus efectos sobre el planeta.

Estos efectos serán un aumento generalizado de las temperaturas, el deshielo de los polos y la desertización de muchas regiones.

"Si los modelos se cumplen, en cincuenta años se habrán perdido el treinta por ciento de todas las especies animales y vegetales que se conocen, alrededor de 1,5 millones, por culpa del cambio climático", alertó Loreau.

En su opinión, la pérdida de la biodiversidad constituye una amenaza tan o más importante que el cambio climático, si bien no existe la misma concienciación ciudadana sobre el problema porque los cambios son más difíciles de advertir.

"La gente normalmente sólo se da cuenta de la pérdida de grandes especies, como los pandas o los elefantes, pero hay que tener en cuenta que muchas de las especies que desaparecen son microorganismos que no vemos pero que proporcionan unos servicios, como la limpieza del aire o del agua", explicó.

"Si se destruyen estos servicios se tiene que compensar la pérdida con trabajo humano y mucho dinero. Pero la pérdida de la biosfera tendría un precio infinito", aseguró.

En el planeta se calcula que existen entre diez y veinte millones de especies vivas, si bien el hombre sólo conoce 1,5 millones, tan sólo el diez por ciento del total. De éstas, cerca de un tercio de los anfibios, una cuarta parte de los mamíferos y el doce por ciento de las aves está en peligro de extinción.

"El ritmo de desaparición de las especies está ocurriendo de cien a mil veces más rápido que en el pasado" y, según dijo, "al final del siglo la pérdida de la biodiversidad será una amenaza mayor que el cambio climático".

Revertir este proceso "catastrófico" aún es posible, pero es necesario que la sociedad y, sobre todo, los gobiernos, adopten medidas de inmediato.

Para implicar a ciudadanos y gobiernos, Loreau está trabajando, junto a científicos de varios países, en el impulso de una estructura similar al Grupo Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC en sus siglas en inglés), el organismo científico de la ONU encargado de estudiar el cambio climático.

EFE

15 septiembre 2007

Cada vez más osos polares mueren ahogados por el deshielo del Artico

Cada vez son más los osos polares se ahogan por el deshielo del Artico, según un estudio científico de un departamento gubernamental de EEUU que citaba el miércoles el diario The Wall Street Journal.

El Servicio de Gestión de Minerales del Departamento del Interior, en un informe que se publicará este jueves, calcula que, en el momento en que se hizo un reconocimiento aéreo del Artico en septiembre del año pasado, 40 osos polares estaban nadando en el mar lejos de cualquier témpano de hielo y "muchos de ellos probablemente se ahogaron".

Los investigadores contabilizaron cuatro cuerpos sin vida flotando en el mar durante el reconocimiento, que se hizo cuando el cascote polar se había retirado a 260 kilómetros al norte de la costa de Alaska, marcando un nuevo récord de deshielo.

En los 25 años de reconocimientos aéreos anuales anteriores a 2004, no se había visto más de un oso solo nadando en mar abierto un año de cada dos.

Un catedrático de biología marina en la Universidad de Alaska, Richard Steiner, comentó al diario: "Para cualquiera que se pregunta cómo el calentamiento global y la reducción del hielo afectará a los osos polares, la respuesta es sencilla -se mueren".

La organización ecologista Greenpeace comenzó ayer a poner en antena un anuncio televisivo que muestra cómo una osa y su cachorro se hunden en el mar al deshacerse el témpano de hielo que les apoyaba y que advierte: "los osos polares podrían extinguirse dentro de poco debido al calentamiento global".

11 septiembre 2007

Hay cinco veces menos ballenas que hace 200 años

Las ballenas grises que viven a lo largo de la costa oeste de Norteamérica se están muriendo de hambre a consecuencia de los cambios que se están produciendo en sus áreas de alimentación, en el océano Ártico. Las alteraciones en la cadena trófica que les impide alimentarse adecuadamente, están provocadas por el calentamiento global, según una investigación que publica hoy Proceedings of the National Academy of Sciences.

El estudio genético realizado en muestras de ADN de 42 ejemplares y llevado a cabo por las universidades de Stanford y de Washington de las poblaciones de ballenas grises (Eschrichtius robustus), indica que esta especie no se ha recuperado de la caza a la que estuvo sometida en el siglo XIX y XX. Es más, ha habido un perceptible descenso poblacional en la década de los 90. Hoy quedan unos 22.000 ejemplares, frente a los 96.000 que hubo antes de su explotación, es decir, una quinta parte.

Al estudiar las causas de la lenta recuperación de la especie y el reciente declive, los científicos concluyen que el cambio climático, de amplias repercusiones en el Ártico, está influyendo en la base de la cadena trófica, por haber modificado la cantidad y distribución de los pequeños organismos con los que se alimentan. "Las ballenas grises alertaron hace décadas del impacto de la sobrepesca, y ahora quizá están avisándonos de otro problema aún más grave", afirma Steve Palumbi, coodirector de la investigación.

Estos cetáceos se comportan como enormes arados que remueven el fondo marino para levantar sus pequeñas presas. Esa acción puede remover doce veces más sedimentos que los que aporta cada año el río Yukon, el más grande del Ártico. Tanto sedimento en suspensión atrae a otras especies que se benefician de la actividad alimenticia de las ballenas.

Ahora, con casi cinco veces menos de ballenas grises, las especies oportunistas también están pasando hambre. Es difícil cuantificar ese impacto bajo el mar. Pero en la superficie, los expertos si saben que un millón de aves marinas están afectadas por los grandes cambios que se están produciendo en el Ártico.

El mundo.es

04 septiembre 2007

Llamá que el glaciar te atiende


Viena - Dos grandes glaciares alpinos, Vernagtferner y Pasterze, invitan a que se les llame por teléfono a un número móvil para contar con sus propios sonidos cómo se derriten debido al cambio climático.

"Call me" ("Llámame"), reza en la tarjeta de visita de estos glaciares que se entregarán al visitante del festival Ars Electrónica de Linz (Austria) mañana, cuando se inaugura este prestigioso certamen de arte cibernético y tecnológico.

"Obviamente, el glaciar no responderá hablando ... pero una vez marques su número desde cualquier parte del mundo, estarás allí, en tiempo real", se explica en la página web de esta iniciativa.

Se trata de una instalación artística titulada "Llamando al glaciar - Una elegía móvil", creada por el músico alemán Kalle Laar con el fin de facilitar un contacto directo con el fenómeno del deshielo y la merma de las nieves en las altas montañas.

Al mismo tiempo, se trata de "un experimento", pues en el correr de las próximas semanas y meses se podrá constatar qué ocurre durante el invierno, cuando el glaciar no se derrite, sino que aumenta su sustancia con la caída de nieve nueva.

"Durante años, el aumento del hielo en invierno y la pérdida en verano -cuando la nieve convertida en agua desciende y alimenta los ríos alpinos- se mantuvo en equilibrio, pero desde hace tres décadas la balanza se inclina a un solo lado", explicó Laar en declaraciones telefónicas a Efe.

El micrófono en el glaciar Vernagtferner, a 3.100 metros de altura, en el valle de Ötztal, ha sido colocado a la altura de una estación de medición donde un equipo de científicos observa desde hace años cómo todos los veranos las nieves se convierten en agua.

Bastará a partir de mañana marcar el número 00498937914058 para escuchar al Vernagtferner, mientras que en el 00498937914058 contestará el glaciar Pasterze, a los pies del pico Grossglockner, el más alto de Austria con 3.798 metros de altura.

"Si se llama en la madrugada, se oirá mucho más suave que hacia el mediodía, cuando el glaciar se derrite con mayor intensidad debido al calor", explicó el artista.

El proyecto es también un experimento pues sólo dentro de unos meses será posible verificar qué se oye durante el invierno, cuando no se derrite la nieve: "es posible que no se oiga nada", dijo Laar.

Realizada en cooperación con los grupos "artcircolo" y Vodafone Group Research "Development Germany", con ayuda de la Comisión de Glaciología de la Academia Bávara de Ciencias y Humanidades, la "Elegía Móvil" es parte de un proyecto interdisciplinario sobre el tema de los recursos.

El plan es extenderla a más glaciares y cimas de los Alpes, los Pirineos y otras cordilleras.

EFE

22 agosto 2007

El Ártico se está calentando más rápidamente que cualquier otra región

Debido a que juega un rol vital en el enfriamiento del resto del planeta, los efectos de este calentamiento se sentirán en todo el mundo y no sólo en la remota tundra.

El explorador del siglo XIX Fridtjof Nansen llamó al Ártico “el gran templo de hielo de la naturaleza”, un lugar repleto de osos polares y un paisaje congelado amenazante desde “los primeros amaneceres del tiempo”.

Pero hoy, uno no puede aventurarse en las lejanías del norte para escapar al calentamiento global. De acuerdo a un estudio del año 2004 en el que se evaluó el cambio climático en el Ártico, en los pasados 50 años la región se ha calentado casi al doble de la velocidad que el resto del planeta. El hielo con base en la tierra tal como los glaciares, las placas de hielo, el permahielo y el hielo flotante, está desapareciendo y el proceso continuo de derretimiento tiene profundas ramificaciones para el resto del mundo.

El Ártico energiza la “bomba de calor”

El Ártico es crítico para el clima global e influye en las temperaturas en todas partes.

Parece ir contra la intuición, pero el Ártico juega un rol primario en la distribución de calor alrededor del mundo mediante lo que se conoce como la “bomba de calor”. Las corrientes oceánicas circulan calor alrededor del mundo a través de un sistema conocido como la “gran cinta transportadora”. Dos fuerzas principales mantienen la cinta en movimiento: los vientos y las diferencias en densidades oceánicas. El Ártico es la clave para las diferencias en densidades.

Los puntos críticos de la cinta transportadora están donde las aguas superficiales se sumergen en aguas profundas. Esto sucede sólo en unos pocos lugares, dos de los cuales están en el Atlántico Norte. Cuando las aguas oceánicas superficiales se enfrían en el lejano norte, se vuelven más densas y bajan al fondo del océano. Allí, el agua fría fluye hacia el ecuador. Esta combinación de hundimiento y fluir ayuda al funcionamiento de la cinta transportadora del océano.

Debido a que las aguas frías que fluyen hacia el sur deben ser reemplazadas, las corrientes superficiales tibias fluyen hacia el norte y llevan calor a los lugares que se encuentran más al norte. Sin la cinta oceánica transportadora de calor, las temperaturas en Europa serían más frías.

El calentamiento global está cambiando ese punto clave en Norteamérica donde las aguas superficiales se hunden. Una mezcla de mayor precipitación, el agua que se sale del cauce de los ríos y el hielo que se derrite –todo relacionado con el cambio climático- está provocando que las aguas superficiales en el norte sean menos saladas y densas, debilitando esta importante bomba de la circulación oceánica.

El derretimiento ártico está acelerando el calentamiento

La pérdida del hielo ártico también está acelerando el calentamiento de la Tierra. Al igual que un espejo, el hielo rebota la luz solar de regreso al espacio, previniendo que ésta caliente la superficie. Los vientos llevan el aire frío de Canadá a Estados Unidos, enfriando así nuestro clima.

El agua y la tierra no son tan brillantes como el hielo y la nieve, por lo que absorben calor en lugar de reflejarlo. Cuando el hielo se derrite, las superficies más oscuras de la Tierra están más expuestas y por lo tanto absorben más energía solar. Este calor adicional derrite más hielo, lo que conduce a más superficies oscuras y más absorción. Esto es lo que los científicos llaman el bucle de retroalimentación positiva. Una vez el bucle comienza a funcionar, tiende a seguir – y a acelerarse. Menos hielo significa menos enfriamiento más rápidamente. O, como lo expresó la científico principal de la Sociedad Meteorológica Americana, Susan Joy Hassol, ante un grupo de senadores estadounidenses en una audiencia de comité en el 2004: “Lo que vemos es que tendremos un acondicionador de aire menos eficiente”.

La pérdida del hielo ártico no es sólo especulación – ya está sucediendo. El año 2003 presentó un dramático ejemplo de la desaparición de hielo ártico. La barrera de hielo Ward Hunt, la más grande del Ártico, se quebró en dos pedazos drenando un lago de agua dulce único en su clase que era el hogar de un raro ecosistema microbiano. Desde los años de 1970, un millón 35 mil 995 kilómetros cuadrados de hielo marino ártico ha desaparecido. Esto equivale al tamaño combinado de Texas y California. (Intergovernmental Panel on Climate Change [IPCC], 2001) Lo que es peor, en los años 2002 al 2006 se han observado bajas en las cubiertas de hielo en cantidades récord o cerca de éstos. El informe más reciente del IPCC encontró que casi todo el Océano Ártico podría perder su cubierta de hielo permanente para finales del siglo XXI si las emisiones de gases de efecto invernadero alcanzan las cifras extremas de los estimados presentes. (IPCC, 2007)

Qué significa esto para el resto de nosotros

Mientras que el derretimiento ártico tiene efectos profundos en las personas y los ecosistemas de la región, también significa problemas para el resto del mundo. De hecho, los cambios al sistema de circulación oceánica podrían significar que algunos lugares se volverán más cálidos, mientras otros tales como Europa, que no recibirán la calidez de la Corriente del Golfo, se volverán más fríos.

Una de las preocupaciones mundiales más importantes sobre el derretimiento que va más allá del Ártico es la del aumento en el nivel del mar. Cuando los glaciares que se derriten se derraman al mar, los niveles de éste aumentan alrededor del planeta. Las crecientes ciudades y condados a lo largo de las costas este y oeste albergan a la mitad de la población de Estados Unidos y se encuentran entre las comunidades que serán más amenazadas por el hielo derretido.

En la actualidad, la retirada de los glaciares del mundo está añadiendo una enorme cantidad de agua fresca al océano. Entre 1961 y 1997, por ejemplo, se han perdido aproximadamente 3.709,68 kilómetros cúbicos de hielo. Eso significa que el hielo derretido de los glaciares ha añadido aproximadamente 4 cuatrillones
(3.709. 681.840 322.023,5) de litros de agua a los océanos. Esto sería como verter mucho más de un millón de piscinas de dimensiones olímpicas a nuestros océanos.

Algunos estudios han sugerido la posibilidad que el calentamiento por los próximos siglos pudiera llevar a la desaparición completa e irreversible de la barrera de hielo de Groenlandia. Si eso ocurriera, los niveles del mar aumentarían unos 7, 01 metros adicionales.

“Si ignoramos las advertencias del Ártico- y su calentamiento- los osos polares y los nativos de Alaska no serán los únicos que sufrirán”, dice el científico de Environmental Defense, Dr. Bill Chameides. “Nuestros hijos y nietos podrían pagar un precio considerable”.

29 julio 2007

Que es el Calentamiento Global ?

El efecto invenadero
La atmósfera tiene una provisión natural de “gases de efecto invernadero”. Son los que capturan el calor y mantienen la superficie de la Tierra lo suficientemente cálida para que la vida sea posible. Sin el efecto invernadero, el planeta sería un páramo inhabitable.

Antes de la revolución industrial, la cantidad de dióxido de carbono (CO 2 ) y otros gases de efecto invernadero liberados a la atmósfera estaba en equilibrio con relación a lo que la Tierra podía almacenar. Las emisiones de gases de efecto invernadero eran equivalentes a lo que podía ser absorbido por los tejidos naturales. Por ejemplo, las plantas absorben CO 2 cuando crecen en primavera y verano, y lo vuelven a liberar a la atmósfera cuando decaen y mueren en el otoño y el invierno.

Demasiado efecto invernadero

La industria se activó a mediados del siglo XVIII y el hombre empezó a emitir gases de efecto invernadero en grandes cantidades. Empezó a quemar cada vez más combustibles fósiles para hacer funcionar los carros, camiones, fábricas, aviones y centrales eléctricas, aumentando la cantidad de gases de efecto invernadero que contenía naturalmente la atmósfera. Los gases –que pueden permanecer en la atmósfera desde un mínimo de cincuenta años hasta varios siglos– se están acumulando, excediendo la capacidad de la Tierra para eliminarlos y formando una capa gruesa de calor alrededor del planeta.

El resultado es que la temperatura de la Tierra ha aumentado aproximadamente 0,55 grados centígrados en el transcurso del siglo pasado, y se ha calentado de manera más intensa en las últimas dos décadas.

Si 0,55 grados no le parece mucho, considere lo siguiente: la diferencia entre la temperatura promedio global de los tiempos modernos y la de la última Edad de Hielo –cuando la mayoría de Canadá y el norte de los Estados Unidos estaban cubiertos por una gruesa capa de hielo– es de solo 5 grados centígrados. Así que, en realidad, 0,55 grados es una cantidad muy significativa, sobre todo si tenemos en cuenta que el calentamiento va a continuar al seguir emitiendo más gases de efecto invernadero.

¿Cuánto es demasiado?

Ya el hombre ha incrementado la cantidad de CO 2 , el contaminante principal del calentamiento global, un 31 por ciento con respecto a los niveles preindustriales. Hay más CO 2 en la atmósfera ahora que en cualquier momento en los últimos 650 mil años. Los estudios de la historia climática de la Tierra muestran que cambios pequeños en los niveles de CO 2 han provocado generalmente cambios significativos en la temperatura promedio global.

Los científicos predicen que, sin políticas eficientes para reducir la polución de gases de efecto invernadero, la temperatura media global se habrá incrementado de 1,12 a 6,4 grados centígrados en el año 2100.

Aun si el cambio en la temperatura resultase ser el menor según las predicciones, la alteración del clima sería grave: tormentas más intensas, sequías más pronunciadas, áreas costeras más erosionadas por el aumento del nivel del mar. Si el cambio correspondiese a la predicción más alta, el mundo podría enfrentar consecuencias abruptas, catastróficas e irreversibles.
La ciencia es clara
Ya los científicos no están en desacuerdo acerca de los hechos principales del cambio climático. En Febrero de 2007, los miles de expertos científicos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) concluyeron que la probabilidad de que sean los humanos quienes están causando el calentamiento global es de más del 90 por ciento (IPCC, 2007).

Los últimos hallazgos amplifican lo que al respecto dicen otras organizaciones altamente respetadas:

En una declaración conjunta con otras diez Academias Nacionales de Ciencia, la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos dijo:

“La comprensión científica del cambio climático es ahora lo suficientemente clara para justificar que las naciones tomen acciones prontas. Es vital que todas las naciones identifiquen los pasos beneficiosos y rentables que puedan tomar ahora para contribuir a la reducción sustancial y a largo plazo de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global”. (Declaración conjunta de las Academias de Ciencia.)

La American Geophysical Union, organización muy respetada que comprende más de 41 000 científicos de la Tierra y el espacio, escribió en su Posición con respecto al cambio climático que “las influencias naturales no pueden explicar el rápido aumento de las temperaturas cercanas a la superficie observadas durante la segunda mitad del siglo XX”.