Todas las ciudades del mundo entero están condicionadas por el fenómeno denominado calentamiento global, por lo que debemos planificar y construir nuestras ciudades de forma que podamos enfrentar la crisis que se avecina.
Desde una posición ventajosa, las ciudades costeras bajas se inundarán, las de las partes altas del planeta tendrán que albergar a la población afectada por las ciudades inundadas.
Objetivos
Tenemos que enrumbarnos en dos objetivos: a) organizarnos y predisponer todos los elementos necesarios para lograr resultados positivos en la crisis que se aproxima de forma inobjetable; b) identificar las causas y consecuencias del acelerado proceso de calentamiento global que ya vivimos, para disminuir sus efectos negativos y alargar el plazo del momento máximo de los sucesos.
¿Por qué preocuparnos tanto? Destacados científicos coinciden en que el incremento de la concentración de gases efecto invernadero en la atmósfera terrestre está provocando alteraciones en el clima. Coinciden también en que las emisiones de gases efecto invernadero (GEI), han sido exageradas e intensas a partir de la Revolución Industrial, momento a partir del cual la acción del hombre sobre la naturaleza ha crecido exponencialmente. El clima siempre ha variado, el problema del cambio climático es que en el último siglo el ritmo de estas variaciones se ha acelerado de manera anómala, a tal grado que afecta ya la vida planetaria. Al buscar la causa de esta aceleración, algunos científicos encontraron que existe una relación directa entre el calentamiento global o cambio climático y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), provocado principalmente por las sociedades industrializadas. El calentamiento global y su efecto directo, el cambio climático, que ocupa buena parte de los esfuerzos de la comunidad científica internacional para estudiarlo y controlarlo, porque, afirman, pone en riesgo el futuro de la humanidad.
Efecto invernadero
El efecto invernadero es un fenómeno natural que permite la vida en la Tierra. Es causado por una serie de gases que se encuentra en la atmósfera, provocando que parte del calor del sol que nuestro planeta refleja quede atrapado manteniendo la temperatura media global en +15º centígrados, favorable a la vida, en lugar de -18 º centígrados, que resultarían nocivos.
Ahora, sin embargo, las concentraciones de gases invernadero en la atmósfera están creciendo rápidamente, como consecuencia de que el mundo quema cantidades cada vez mayores de combustibles fósiles y destruye los bosques y praderas, que de otro modo podrían absorber dióxido de carbono y favorecer el equilibrio de la temperatura.
Alerta
Ante ello, la comunidad científica internacional ha alertado de que si el desarrollo mundial, el crecimiento demográfico y el consumo energético basado en los combustibles fósiles, siguen aumentando al ritmo actual , antes del año 2050 las concentraciones de dióxido de carbono se habrán duplicado con respecto a las que había antes de la Revolución Industrial. Esto podría acarrear consecuencias funestas para la viva planetaria.
Entre otras actividades para disminuir las causas del calentamiento global, recomendamos, tareas sencillas y que podemos coadyuvar todos, quienes amamos a nuestros descendientes y les procuramos una vida sin hecatombes en el planeta tierra:
- Reciclar (reutilizar), todos los objetos, herramientas, útiles que empleamos para desarrollar nuestra vida cotidiana, las veces que sea posible.
- Fomentar y practicar la reducción del uso de aerosoles.
- Reciclar (individual y/o colectivamente), la basura que producimos.
- Desechar técnicamente las pilas, aceites y baterías usadas.
- Evitar e impedir los incendios, y quema de basura.
- Procurar el menor consumo de combustibles fósiles.
- Reducir el uso de plásticos, espumas artificiales y similares.
- Fomentar el cuidado y aprovechamiento racional de los bienes que ofrece la naturaleza.
- Rescatar lo poco que nos queda de los bosques y vertientes hídricas.
- Concienciarnos todos de la herencia irresponsable de problemas que dejamos a nuestra descendencia.
- Considerar y analizar serenamente, que debemos practicar soluciones a los problemas del calentamiento global, en las ciudades en un futuro inmediato.
Modelos matemáticos creados por la NASA indican que una guerra nuclear, por más pequeña que sea, provocaría un descenso de la temperatura mundial, durante dos o tres años, superior a un grado centígrado. Es decir, contrarrestaría el calentamiento global.
En 1945 la humanidad supo lo que es capaz de hacer una bomba atómica.
Además de arrasar con decenas de miles de personas y reducir a escombros ciudades completas, este tipo de arma es capaz de levantar suficiente polvo como para oscurecer la atmósfera.
Y es que uno de los “efectos secundarios” de freír al enemigo con dispositivos nucleares era el denominado “invierno nuclear”, un periodo de tiempo de varios años de duración en el que la luz solar no podría penetrar la superficie terrestre debido a las partículas enviadas a la atmósfera.
Pero la idea del “invierno nuclear” se quedó impregnada en la mente de algunos científicos. Sobre todo porque piensan que un evento de este tipo, debidamente acotado y provocado “por algún conflicto bélico a pequeña escala”, podría tener efectos positivos en la problemática conocida como “calentamiento global”.
ABC de España publicó que en la NASA han elaborado un modelo matemático para intentar determinar con exactitud cuál es la cantidad de explosivos nucleares que habría que detonar para detener el aumento de la temperatura.
Los resultados indican que bastaría con arrojar algunos cientos de bombas del tamaño de la que se usó contra Hiroshima, con una potencia total equivalente a unas 15 mil toneladas de TNT (solamente el 0.03% del arsenal nuclear total del planeta) para “solucionar” el problema.
Obviamente, nadie dice que la NASA esté pensando seriamente en lanzar bombas atómicas, pero lo que seguramente busca este análisis es determinar el impacto que tendría a escala planetaria un "pequeño" conflicto bélico donde alguna de las partes use este tipo de armamento, y prevenirnos de sus consecuencias.
En 1945 la humanidad supo lo que es capaz de hacer una bomba atómica.
Además de arrasar con decenas de miles de personas y reducir a escombros ciudades completas, este tipo de arma es capaz de levantar suficiente polvo como para oscurecer la atmósfera.
Y es que uno de los “efectos secundarios” de freír al enemigo con dispositivos nucleares era el denominado “invierno nuclear”, un periodo de tiempo de varios años de duración en el que la luz solar no podría penetrar la superficie terrestre debido a las partículas enviadas a la atmósfera.
Pero la idea del “invierno nuclear” se quedó impregnada en la mente de algunos científicos. Sobre todo porque piensan que un evento de este tipo, debidamente acotado y provocado “por algún conflicto bélico a pequeña escala”, podría tener efectos positivos en la problemática conocida como “calentamiento global”.
ABC de España publicó que en la NASA han elaborado un modelo matemático para intentar determinar con exactitud cuál es la cantidad de explosivos nucleares que habría que detonar para detener el aumento de la temperatura.
Los resultados indican que bastaría con arrojar algunos cientos de bombas del tamaño de la que se usó contra Hiroshima, con una potencia total equivalente a unas 15 mil toneladas de TNT (solamente el 0.03% del arsenal nuclear total del planeta) para “solucionar” el problema.
Obviamente, nadie dice que la NASA esté pensando seriamente en lanzar bombas atómicas, pero lo que seguramente busca este análisis es determinar el impacto que tendría a escala planetaria un "pequeño" conflicto bélico donde alguna de las partes use este tipo de armamento, y prevenirnos de sus consecuencias.