Un enorme témpano del tamaño de Luxemburgo que embistió un glaciar frente a la Antártida y desprendió otro enorme bloque de hielo podría reducir los niveles de oxígeno en los océanos del mundo, dijeron el viernes científicos australianos y franceses.
Los dos témpanos están ahora desplazándose juntos a unos 100 a 150 kilómetros de la Antártida tras la colisión el 12 ó 13 de febrero, precisó Neal Young, glaciólogo de la División Antártica Australiana.
Young agregó que el témpano de 97 kilómetros que chocó con el gigantesco glaciar flotante Mertz y desprendió un nuevo témpano "están flotando ahora uno junto al otro".
El nuevo témpano tiene 78 kilómetros de largo y 40 kilómetros de ancho, y contiene más o menos el equivalente a una quinta parte del agua que se usa anualmente en el mundo, dijo el glaciólogo a la Associated Press.
Los expertos están preocupados por el efecto del desplazamiento masivo de hielo en las aguas próximas al glaciar, que son importantes para las corrientes oceánicas.
Esta área de la masa acuática estaba despejada debido al glaciar, dijo Steve Rintoul, un prominente experto en clima. Al desaparecer parte del glaciar, el área podría llenarse de hielo, lo que perturbaría la capacidad del agua densa y fría de descender. Estas aguas que descienden son las que llegan a las cuencas oceánicas y alimentan de oxígeno las corrientes oceánicas, explicó Rintoul.
Como hay pocas áreas en el mundo donde ocurre esto, la lentificación del proceso significaría menos oxígeno en las corrientes profundas que alimentan los océanos.
"Podría haber regiones oceánicas que perdieran oxígeno, y entonces por supuesto moriría la mayor parte de la vida allí", advirtió Mario Hoppema, oceanógrafo químico del Instituto Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina en Alemania.
Los témpanos, que pesan 860.000 millones de toneladas y 700.000 millones de toneladas respectivamente, están situados en las aguas frente a la masa continental antártica, dijo Young. "Anticipamos que se desplazarán al oeste a lo largo de las costas antárticas".
Young dijo que no es probable que lleguen al norte hasta Australia y señaló que los témpanos se mueven muy lentamente.
Los niveles de oxígeno que alimentan las corrientes oceánicas del mundo están cambiando "y la reversión de la circulación responderá a ese cambio", dijo Rintoul. La observación del fenómeno "nos permitirá mejorar las predicciones sobre el cambio climático futuro", agregó. (AFP)
Los dos témpanos están ahora desplazándose juntos a unos 100 a 150 kilómetros de la Antártida tras la colisión el 12 ó 13 de febrero, precisó Neal Young, glaciólogo de la División Antártica Australiana.
Young agregó que el témpano de 97 kilómetros que chocó con el gigantesco glaciar flotante Mertz y desprendió un nuevo témpano "están flotando ahora uno junto al otro".
El nuevo témpano tiene 78 kilómetros de largo y 40 kilómetros de ancho, y contiene más o menos el equivalente a una quinta parte del agua que se usa anualmente en el mundo, dijo el glaciólogo a la Associated Press.
Los expertos están preocupados por el efecto del desplazamiento masivo de hielo en las aguas próximas al glaciar, que son importantes para las corrientes oceánicas.
Esta área de la masa acuática estaba despejada debido al glaciar, dijo Steve Rintoul, un prominente experto en clima. Al desaparecer parte del glaciar, el área podría llenarse de hielo, lo que perturbaría la capacidad del agua densa y fría de descender. Estas aguas que descienden son las que llegan a las cuencas oceánicas y alimentan de oxígeno las corrientes oceánicas, explicó Rintoul.
Como hay pocas áreas en el mundo donde ocurre esto, la lentificación del proceso significaría menos oxígeno en las corrientes profundas que alimentan los océanos.
"Podría haber regiones oceánicas que perdieran oxígeno, y entonces por supuesto moriría la mayor parte de la vida allí", advirtió Mario Hoppema, oceanógrafo químico del Instituto Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina en Alemania.
Los témpanos, que pesan 860.000 millones de toneladas y 700.000 millones de toneladas respectivamente, están situados en las aguas frente a la masa continental antártica, dijo Young. "Anticipamos que se desplazarán al oeste a lo largo de las costas antárticas".
Young dijo que no es probable que lleguen al norte hasta Australia y señaló que los témpanos se mueven muy lentamente.
Los niveles de oxígeno que alimentan las corrientes oceánicas del mundo están cambiando "y la reversión de la circulación responderá a ese cambio", dijo Rintoul. La observación del fenómeno "nos permitirá mejorar las predicciones sobre el cambio climático futuro", agregó. (AFP)
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