El calentamiento global es la mayor transformación climática que ha sufrido hasta ahora el mundo civilizado, aseguró hoy a Efe el físico estadounidense Isaac Held, galardonado en Madrid por su trabajo sobre Cambio Climático.
Held, adscrito al Laboratorio de Dinámica de Fluidos Geofísicos de la Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera (NOAA), de Estados Unidos, explicó que el planeta ha estado sometido durante su evolución a muchas y drásticas transformaciones meteorológicas, pero ninguna, tan severa, provocada por el hombre.
El científico, nacido en Ulm (Alemania), doctor en Ciencias de la Atmósfera y el Océano por la Universidad de Princeton, donde también enseña, estudia el comportamiento de "la nube" que cubre el planeta y su influencia en el calentamiento global.
Según sus cálculos, la Tierra se ha calentado casi un grado en menos de un siglo, a causa de las actividades humanas y los gases de efecto invernadero que emiten los combustibles fósiles.
La consecuente evaporación de agua que provoca un aumento de temperatura, añadió, incide por su cuenta en el calentamiento de la superficie y "multiplica el calentamiento".
Este proceso de "retroalimentación", dijo, es fundamental para predecir el clima futuro que, en resumen, augura "mas húmedo en las zonas húmedas y mas seco en las zonas secas".
En España, dentro de la zona mediterránea -una de las áreas mas estudiadas por Held- "el clima es muy frágil, con grandes diferencias en extensiones relativamente pequeñas, en ocasiones de solo cien kilómetros, que por ser de "transición", sufrirán grandes consecuencias aún ante variaciones leves.
"Creemos que el clima mediterráneo se volverá mas subtropical, con precipitaciones torrenciales y temperaturas mas altas y menos diferencias entre las estaciones", apuntó.
En el clima continental, precisó, "serán mas preocupantes los inviernos, durante los que se experimentarán más tormentas, y variará el patrón de precipitaciones".
Sobre las frecuencias de las lluvias, aseguró que es muy difícil modificar su comportamiento, a pesar de que algunos, como los chinos, apunten en esa dirección, y aseguren que controlaron las precipitaciones durante las pasadas olimpiadas.
Es más fácil, adelantó, detener las emisiones, mitigar el cambio climático y esperar que el clima se estabilice, fórmula aparentemente sencilla, que hasta ahora no ha tenido éxito.
"No hemos sido capaces de desacelerar el proceso. Algunos países han sido más exitosos en sus medidas, pero globalmente no hay una reducción de emisiones y el calentamiento continúa", declaró.
Aunque no nos demos cuenta, porque no es una situación que se experimente día a día, en los próximos 50, 100 o 200 años los cambios van a ser muy notorios, reconoció Held, consciente de que es muy difícil comprometer a la sociedad a la que, como científico y no político, es incapaz de juzgar.
"Optimista tecnológico", Held señaló la posibilidad de que, en el futuro, se pueda desarrollar un método para remover el CO2 de la atmósfera, pero requeriría de tal cantidad de energía que no sería posible siquiera imaginarlo sin nuevas fuentes de generación.
También desdeñó los modelos teóricos de geoingeniería que plantean "bombardear" partículas de sulfato a la atmósfera que, a modo de paraguas, crearían sombra sobre la superficie terrestre y ayudarían a bajar la temperatura.
"Es muy peligroso jugar con el sistema sin saber cómo va a reaccionar. Debemos tomar mas en serio las consecuencias del desarrollo y la tecnología", recalcó cauto.
Sobre el comportamiento de los océanos como un refrigerante natural, destacó que es necesario entender sus limitaciones y no arriesgar su vital composición química.
"Casi todo lo que nos preocupa está relacionado con el agua y aún así, no le damos el valor que se merece. Sin agua, la tierra seria totalmente irreconocible", recalcó.
Isaac Held, de 64 años, recibe este jueves el premio Fronteras del Conocimiento en Cambio Climático de la Fundación BBVA.
Held, adscrito al Laboratorio de Dinámica de Fluidos Geofísicos de la Administración Nacional del Océano y de la Atmósfera (NOAA), de Estados Unidos, explicó que el planeta ha estado sometido durante su evolución a muchas y drásticas transformaciones meteorológicas, pero ninguna, tan severa, provocada por el hombre.
El científico, nacido en Ulm (Alemania), doctor en Ciencias de la Atmósfera y el Océano por la Universidad de Princeton, donde también enseña, estudia el comportamiento de "la nube" que cubre el planeta y su influencia en el calentamiento global.
Según sus cálculos, la Tierra se ha calentado casi un grado en menos de un siglo, a causa de las actividades humanas y los gases de efecto invernadero que emiten los combustibles fósiles.
La consecuente evaporación de agua que provoca un aumento de temperatura, añadió, incide por su cuenta en el calentamiento de la superficie y "multiplica el calentamiento".
Este proceso de "retroalimentación", dijo, es fundamental para predecir el clima futuro que, en resumen, augura "mas húmedo en las zonas húmedas y mas seco en las zonas secas".
En España, dentro de la zona mediterránea -una de las áreas mas estudiadas por Held- "el clima es muy frágil, con grandes diferencias en extensiones relativamente pequeñas, en ocasiones de solo cien kilómetros, que por ser de "transición", sufrirán grandes consecuencias aún ante variaciones leves.
"Creemos que el clima mediterráneo se volverá mas subtropical, con precipitaciones torrenciales y temperaturas mas altas y menos diferencias entre las estaciones", apuntó.
En el clima continental, precisó, "serán mas preocupantes los inviernos, durante los que se experimentarán más tormentas, y variará el patrón de precipitaciones".
Sobre las frecuencias de las lluvias, aseguró que es muy difícil modificar su comportamiento, a pesar de que algunos, como los chinos, apunten en esa dirección, y aseguren que controlaron las precipitaciones durante las pasadas olimpiadas.
Es más fácil, adelantó, detener las emisiones, mitigar el cambio climático y esperar que el clima se estabilice, fórmula aparentemente sencilla, que hasta ahora no ha tenido éxito.
"No hemos sido capaces de desacelerar el proceso. Algunos países han sido más exitosos en sus medidas, pero globalmente no hay una reducción de emisiones y el calentamiento continúa", declaró.
Aunque no nos demos cuenta, porque no es una situación que se experimente día a día, en los próximos 50, 100 o 200 años los cambios van a ser muy notorios, reconoció Held, consciente de que es muy difícil comprometer a la sociedad a la que, como científico y no político, es incapaz de juzgar.
"Optimista tecnológico", Held señaló la posibilidad de que, en el futuro, se pueda desarrollar un método para remover el CO2 de la atmósfera, pero requeriría de tal cantidad de energía que no sería posible siquiera imaginarlo sin nuevas fuentes de generación.
También desdeñó los modelos teóricos de geoingeniería que plantean "bombardear" partículas de sulfato a la atmósfera que, a modo de paraguas, crearían sombra sobre la superficie terrestre y ayudarían a bajar la temperatura.
"Es muy peligroso jugar con el sistema sin saber cómo va a reaccionar. Debemos tomar mas en serio las consecuencias del desarrollo y la tecnología", recalcó cauto.
Sobre el comportamiento de los océanos como un refrigerante natural, destacó que es necesario entender sus limitaciones y no arriesgar su vital composición química.
"Casi todo lo que nos preocupa está relacionado con el agua y aún así, no le damos el valor que se merece. Sin agua, la tierra seria totalmente irreconocible", recalcó.
Isaac Held, de 64 años, recibe este jueves el premio Fronteras del Conocimiento en Cambio Climático de la Fundación BBVA.
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