El secretario ejecutivo del Acuerdo Europeo y Mediterráneo sobre Riesgos Mayores del Consejo de Europa, Eladio Fernández-Galiano, ha afirmado hoy que el cambio climático conllevará una disminución de las lluvias en los próximos años y, en consecuencia, de los recursos en muchas zonas del planeta, lo que obligará a un reajuste en las relaciones internacionales.
Fernández-Galiano ha hecho estas declaraciones en Murcia, tras intervenir, junto a la directora general de Protección Civil y Emergencias, Pilar Gallego, en un seminario europeo sobre el impacto del cambio climático en el aumento de los riesgos naturales, al que asisten alrededor de 40 expertos de la ONU y del Consejo de Europa.
A juicio de Fernández-Galiano, las consecuencias del cambio climático, que ha calificado de "inevitable", ya se están notando y en pocos años serán más perceptibles, ya que las previsiones son que en unos 70 u 80 años las lluvias disminuyan un 40 por ciento, lo que provocará "grandes sequías" en algunas zonas del planeta que provocarán falta de alimento.
Ha añadido que el cambio climático también originará un incremento de las temperaturas en las próximas siete u ocho décadas de unos dos grados, que en la zona mediterránea podría ser de tres grados, por lo que habrá que "adaptarse a esas condiciones".
Ante esta perspectiva, el experto del Consejo de Europa ha reiterado la necesidad a corto plazo de modificar las relaciones entre países y también entre regiones para que el agua vaya de donde hay más a donde hay menos.
También ha abogado por "el buen uso del agua" y por una redistribución de ésta, que permita nutrir a todos los sectores, ya que actualmente el 80 por ciento de este recurso va a la agricultura.
Así mismo, ha abogado por la potenciación de las nuevas tecnologías para hacer frente al cambio climático porque, a su juicio, "todavía hay tiempo".
Por su parte, Pilar Gallego ha dicho que los desastres naturales afectan en mayor medida a los países menos desarrollados, lo que "implica un grave impedimento para su crecimiento económico", por lo que es necesaria la aplicación de políticas activas de prevención de desastres que reduzcan esas pérdidas y faciliten la transferencia de recursos técnicos y financieros de los países más desarrollados, lo que facilitará un desarrollo sostenible.
Gallego ha explicado que así lo contempla la denominada "Declaración del Milenio", aprobada en la Cumbre de Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible de 2002 y también la II Conferencia Mundial sobre Reducción de Desastres, celebrada en Kobe (Japón) en 2005, donde se acordó un programa con los principios y directrices que deben guiar la actuación de los estados y de las organizaciones internacionales para hacer frente a los desastres.
Según Gallego, los planes de prevención de riesgos que tiene España son "abiertos y flexibles", ya que el cambio climático puede producir una intensificación de los mismos, aunque ha asegurado que el Estado "está preparado" y cuenta con los protocolos necesarios para hacerlos frente.
Este seminario, que se ha desarrollado durante ayer y hoy en Murcia, ha tenido como objetivo profundizar y avanzar en las metodologías de evaluación de los riesgos considerando los distintos escenarios que ofrece el cambio climático, adoptar las medidas preventivas para abordar este problema y analizar cómo comunicar las especificidades naturales del cambio climático.
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