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17 junio 2018

Los volcanes con más posibilidades hacer erupción próximamente


 
Si el Yellowstone erupcionara, su flujo de lava se extendería entre 50 y 65 kilómetros, lo que equivale a decir que cubriría la distancia desde Montevideo hasta el balneario Los Titanes. Las investigaciones en torno a la caldera del parque Yellowstone sostienen que su erupción no se producirá pronto, pero que cuando lo haga, a pesar de que es una de las regiones volcánicas más monitoreadas del planeta, su inminente actividad podría ser advertida solamente alrededor de un año antes. El mayor problema a enfrentar si tal evento sucediera, sin embargo, no serían los kilómetros cubiertos por la lava, sino las toneladas de ceniza, que podrían producir cambios drásticos en las temperaturas del planeta y destruirían grandes zonas de cultivo.

Si bien sigue siendo imposible predecir con exactitud cuándo un volcán hará erupción, los expertos siempre tienen sus listas de candidatos que estiman lo harán pronto.

Sin embargo, esas listas dependen de cada quien. En geología, la idea de "pendiente" de entrar erupción no significa lo mismo que en términos humanos y, además, los candidatos cambian según a quién se le consulte. Así lo ejemplifica Ben Edwards, docente de ciencias terrestres en el Dickinson College, para el portal Gizmodo en español: "Considerando que Yellowstone tiene una gran erupción cada 600.000 o 700.000 años, es probable que tenga otra gran erupción en los próximos 100.000 años. Eso le parece mucho tiempo a los humanos, pero desde la perspectiva de un planeta que tiene 4.500 millones de años, cien mil años en el futuro es relativamente pronto".


El método utilizado actualmente para prever la erupción de un volcán es la observación y análisis de su comportamiento previo. Conocer la historia permite especular sobre lo que sucederá con él en el futuro. Esto implica suponer que el volcán continuará teniendo un comportamiento similar al que ha desarrollado a lo largo de su historia.

En tierra firme hay 550 volcanes de los cuales, de acuerdo con Tracy K.P. Gregg, geóloga en la Universidad de Búfalo, solo aquellos ubicados cerca de áreas pobladas de países de primer mundo son vigilados de forma regular. En este sentido, Gregg sostiene: "Simplemente no tenemos el tiempo, las personas y el dinero para monitorear y estudiar cada volcán activo". Para ella, es altamente probable que los volcanes que más debieran ser investigados y vigilados sean aquellos de los que no se conoce mucho, como el Tambora de Indonesia o el Iwo Jima, en el sur de Japón.

Edwards, por su parte, entiende que los volcanes que la comunidad científica debería estar vigilando son aquellos que han entrado en erupción en los últimos 10.000 años. Según el profesor, se debería comenzar a retirar gradualmente a la población de las zonas de riesgo ya conocidas y aumentar la vigilancia de los volcanes ubicados en ellas.

El programa Década de Volcanes de la Asociación Internacional del Vulcanismo y Química del Interior de la Tierra (IAVCEI, por su sigla en inglés), elaboró una lista que comprende a aquellos volcanes que a la fecha necesitan mayor vigilancia. Esto no implica necesariamente que vayan a entrar en erupción a la brevedad, sino que son cárteres cercanos a zonas pobladas y potencialmente volátiles. Lo que significa que son propensos a generar flujos de lava, cenizas, fragmentos de piedra, gases volcánicos y lahares (flujos de sedimento y agua que se movilizan desde las laderas).

Los primeros 16 volcanes de la lista de IAVCEI son los siguientes:

  • Avachinsky-Koryaksky en Kamchatka, Rusia
  • Colima en Jalisco, México
  • Galeras en Nariño, Colombia
  • Mauna Loa en Hawai, Estados Unidos
  • Etna en Sicilia, Italia
  • Merapi en Java Central, Indonesia
  • Nyiragongo en Kivu del norte, la República Democrática del Congo
  • Rainier en Washington, Estados Unidos
  • Vesuvius en Campania, Italia
  • Unzen en Nagasaki/Kumamoto, Japón
  • Sakurajima en Kagoshima, Japón
  • Santa María en Quetzaltenango, Guatemala
  • Santorini en Egeo Meridional, Grecia
  • Volcán Taal en Calabarzon, Filipinas
  • Teide en las Islas Canarias, España
  • Ulawun en Nueva Bretaña, Papúa Nueva Guinea

Debido a que los científicos no pueden comprobar cuáles son los volcanes más propensos a erupcionar, la lista no es más que una conjetura de observaciones y análisis. Por eso no incluye a volcanes como el de Fuego, que días atrás mató a más de 100 personas, o al St. Helens, que tuvo su gran erupción en 1980. Por otra parte, el Monte Kilauea en Hawai, que erupcionó el pasado mes de mayo, no está en la lista porque no se considera una amenaza para la vida humana. En comparación, su lava y gases tóxicos no representan el mismo peligro que los de los volcanes que expulsan grandes cantidades de ceniza y de sedimentos gaseosos y sólidos.

En la lista personal de Edwards, por otra parte, también están incluidos el Katla y Hekla en Islandia, Villarrica y Llaima en Chile, Klyuchevskoy en Rusia, Veniaminof en Alaska y Etna en Sicilia. De acuerdo con el docente, estos volcanes, todos ellos cubiertos de nieve y hielo, tienen probabilidades importantes de entrar en erupción entre los próximos 10 o 50 años. Las erupciones en montañas congeladas son especialmente peligrosas porque la caída del deshielo suele generar lahares de mucho alcance, lo cual produce un fenómeno similar al hormigón mojado.

29 noviembre 2017

Erupción volcánica puede aniquilar la civilización.


Una erupción volcánica capaz de aniquilar la civilización podría producirse antes de lo esperadoas erupciones volcánicas regulares, como la reciente actividad del volcán Agung en Bali, podrían ser suficientes para forzar el cierre de aeropuertos, pero una súper erupción tendría el potencial de destruir la civilización humana tal y como la conocemos, concluye un nuevo estudio citado por Independent.

A diferencia de la actual erupción del Agung, las súper erupciones son capaces de cubrir continentes enteros con cenizas volcánicas y cambiar los patrones climáticos en todo el mundo durante décadas.

Y precisamente, una de las últimas súper erupciones conocidas también tuvo lugar en Indonesia. La erupción ocurrida hace unos 75.000 años donde hoy se encuentra el lago Toba en la isla de Sumatra, lanzó al aire unos 3.000 kilómetros cúbicos de roca y ceniza.

Los científicos han estimado que estas potentes erupciones ocurren en períodos entre 45.000 y 714.000 años, un lapso de tiempo que el profesor Jonathan Rougier, autor del nuevo estudio, describió como "cómodamente más extenso que nuestra civilización".
El volcán Agung visto desde Kubu, Bali, Indonesia, 28 de noviembre de 2017. La erupción del volcán Agung podría enfriar el planeta temporalmente

Ahora, una nueva investigación de Rougier y su equipo de la Universidad de Bristol, publicado en 'Earth and Planetary Science Letters', sugiere que la próxima erupción de esa envergadura podría desencadenarse mucho antes de lo que creemos.

El equipo de Rougier, que se sirvió de datos de registros geológicos, pronostica que un nuevo cataclismo de semejantes características podría producirse dentro de entre 5.200 y 48.000 años, con un "mejor valor aproximado" de 17.000 años.

Por su parte, Marc Reichow, un geoquímico de la Universidad de Leicester, expresó que aunque el estudio se basa en un "análisis estadístico sólido […] la naturaleza, incluidas las erupciones volcánicas, no funciona necesariamente como un reloj de trabajo".

06 octubre 2017

Récord de sismos en supervolcán que podría alterar el clima de todo el planeta

Según la más reciente actualización del Observatorio Vulcanológico de Yellowstone, el 'enjambre sísmico' en curso en ese Parque Nacional de EE.UU. es uno de los más prolongados en las últimas décadas. Desde el 12 de julio pasado se han registrado 2.475 terremotos y el más fuerte, en septiembre pasado, alcanzó una magnitud de 3,2.
El científico encargado del observatorio, Michael Poland, explicó a Newsweek que la actividad sísmica observada en los últimos meses es una de las más altas allí registradas, y aunque ello no sea indicio de una erupción inminente, sí es equiparable con los eventos de 1985, cuando más de 3.000 terremotos se produjeron en la zona durante un periodo de tres meses.
Panorámica de Yellowstone en el valle de Hayden. Parque Nacional de Yellowstone, Wyoming, Estados Unidos "No se metan con Yellowstone": Geólogos en contra del plan de la NASA de 'salvarnos' del supervolcán
El enjambre sísmico es un fenómeno típico en el Parque Nacional de Yellowstone, situado principalmente en el estado de Wyoming, al noroeste de EE.UU., y concentra un 50% de todos los terremotos registrados en las vecindades del supervolcán. Como enjambres se conoce una secuencia multitudinaria de movimientos telúricos que se repiten durante varias semanas o meses y que ocurren sin ningún orden, mientras que los sismos convencionales suponen un evento principal y una serie de réplicas posteriores.
Michael Poland indicó también que es difícil definir el número preciso de  terremotos ocurridos, porque suelen sobreponerse unos a otros o ser demasiado pequeños para registrarlos. Sin embargo, hay métodos que permiten determinar su magnitud y cuantía mediante un análisis retrospectivo, así que podría haber mucho más de lo anunciado inicialmente.
El supervolcán del Parque Nacional de Yellowstone entra en erupción cada 600.000 años y su potencia puede superar hasta en cien veces la de los volcanes normales. Los científicos advierten que una de las mayores amenazas que conlleva la erupción de este gigante sería la creación de un prolongado invierno volcánico global, que pondría en peligro a la humanidad y a muchas de las formas de vida del planeta.