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08 junio 2025

Desafío Generacional

 

En  el año 2024, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) publico que fue el año más cálido registrado en la última década. 

En el marco del Día Mundial del Ambiente, el sacerdote jesuita Eugenio Rivas, doctor en Teología, destacó la urgencia de asumir responsabilidad en la actual crisis ecológica y social.

Rivas enfatizó en el programa De primera mano de Radio Fe y Alegría Noticias que el papa Francisco no solo advirtió sobre esta crisis, sino que hizo un diagnóstico preciso de una realidad en la que los seres humanos somos los principales artífices.

“El ser humano ocupa un lugar privilegiado dentro de la creación, pero este privilegio no significa superioridad, sino responsabilidad”, aseguró el teólogo.

También indicó que en el segundo capítulo de la encíclica, Francisco profundiza en los relatos de la creación del Génesis, haciendo un llamado a una profunda exégesis. Recalcó que Dios es el dueño de todo en la tierra y que los seres humanos somos custodios. Esta visión implica velar por el presente y asegurar la habitabilidad del planeta para las generaciones futuras, ya que la inacción y el abuso continuo de los recursos naturales conducirán a un mundo inhabitable en varios años.

Ante esta situación, la educación es una herramienta indispensable. Eugenio Rivas, s.j., citó al papa Francisco al afirmar que “somos analfabetos en el cuidado”. Es necesario que la sociedad aprenda a cuidar el planeta, pero esta educación va más allá del conocimiento científico; implica un cambio de conciencia y una ética del cuidado que impregne todas nuestras acciones.

Si bien es cierto que muchos de los problemas que se derivan del calentamiento global son irreversibles dado su avanzado estado, el jesuita aseguró que aún estamos a tiempo de controlar el daño. Por ello es crucial el compromiso de los países para que sus actividades no impacten drásticamente el medio ambiente.

La colaboración global y la implementación de políticas sostenibles son esenciales para mitigar los efectos del cambio climático y construir un futuro más habitable.

Crisis Climática, Aamenaza de Extinción

La humanidad no logra revertir los efectos del cambio climático, la Tierra podra enfrentar una extinción masiva similar a la del Período Pérmico, cuando cerca del 90% de las especies no lograron sobrevivir a condiciones extremas. Esta advertencia proviene de Hugh Montgomery, director del Centre for Human Health and Performance del University College de Londres y coautor del informe 2024 sobre salud y cambio climático, publicado en The Lancet.

Montgomery abrió el programa del Forecasting Healthy Futures Global Summit, una cumbre internacional sobre salud y clima que arrancó el martes (8) en Río de Janeiro. Río fue elegida como sede porque en noviembre acogerá la 30.ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 30).

El investigador subrayó que esta extinción ya está en marcha: "la mayor y más rápida que ha visto el planeta, y nosotros somos los responsables", dijo. Sin embargo, la muerte de especies podría llegar a niveles catastróficos si la temperatura media global aumenta 3 grados centígrados (ºC) por encima de los niveles preindustriales. En 2024, se alcanzó un aumento récord de 1,5 ºC, y los científicos estiman que, de continuar las acciones actuales, especialmente las emisiones de gases de efecto invernadero, este aumento podría llegar a 2,7 ºC en 2100.

"Si seguimos golpeando la base de esta columna inestable sobre la que estamos, la propia especie humana estará en riesgo. El año pasado emitimos a la atmósfera 54.600 millones de toneladas de CO₂ equivalente, un aumento de casi el 1% con respecto al año anterior. La concentración de CO₂ atmosférico no solo está aumentando, sino que lo hace de manera más pronunciada", explicó Montgomery.

Agregó que otras consecuencias podrían surgir mucho antes. "Si alcanzamos temporalmente un aumento de entre 1,7 °C y 2,3 °C, se producirá un colapso abrupto de las capas de hielo del Ártico. Esto provocará una ralentización significativa de la circulación de vuelco meridional del Atlántico, de la que depende nuestro clima, en los próximos 20 o 30 años, causando un aumento del nivel del mar de varios metros, con consecuencias catastróficas".

Destacó otras causas del calentamiento global, como la emisión de metano, un gas con un impacto 83 veces mayor que el del dióxido de carbono, liberado principalmente durante la explotación del gas natural. El científico británico también sostiene que acciones inmediatas de limpieza son vitales para la economía mundial, que, según sus previsiones, se reduciría un 20% anualmente, es decir, US$ 38 billones, a partir de 2049 debido al cambio climático.

Hugh Montgomery considera crucial pensar en medidas de adaptación al cambio climático, ya que actualmente afectan la salud de la población, "pero esto no debe hacerse en detrimento de una reducción drástica e inmediata de las emisiones, porque no tiene sentido enfocarse solo en aliviar los síntomas cuando deberíamos buscar la cura".

Fuente:
https://agenciabrasil.ebc.com.br/es/meio-ambiente/noticia/2025-04/crisis-climatica-amenaza-con-extincion-masiva-advierte-experto

 


26 mayo 2025

# **Actualidad sobre el Cambio Climático: Un Desafío Global Urgente**

 El **cambio climático** sigue siendo uno de los temas más críticos de nuestra era, con repercusiones que afectan a todo el planeta. La **crisis climática** no es solo una amenaza futura, sino una realidad que ya está transformando ecosistemas, economías y sociedades. En este artículo, exploramos las últimas novedades y desafíos en torno a este fenómeno.  

## **El Impacto Actual del Cambio Climático**  

Los efectos del **cambio climático** son cada vez más evidentes: temperaturas récord, sequías prolongadas, inundaciones devastadoras y el aumento del nivel del mar. Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), 2023 fue uno de los años más cálidos registrados, confirmando una tendencia alarmante.  

La **crisis climática** también está acelerando la pérdida de biodiversidad, con especies que no logran adaptarse a los cambios bruscos en sus hábitats. Además, fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes e incendios forestales, se han vuelto más frecuentes e intensos.  

## **Avances y Desafíos en la Lucha contra el Cambio Climático**  


A pesar de los esfuerzos globales, como el **Acuerdo de París**, las emisiones de gases de efecto invernadero siguen en niveles preocupantes. Sin embargo, hay avances esperanzadores:  

- **Energías renovables**: El uso de fuentes limpias, como la solar y eólica, está en aumento, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles.  
- **Tecnologías innovadoras**: Soluciones como la captura de carbono y la agricultura sostenible están ganando terreno.  
- **Movimientos sociales**: La presión ciudadana y las demandas por justicia climática están impulsando políticas más ambiciosas.  

## **¿Qué Puedes Hacer para Combatir la Crisis Climática?**  

Todos podemos contribuir a mitigar el **cambio climático** con acciones como:  

Cambio Climatico


- Reducir el consumo de plástico y optar por alternativas sostenibles.  
- Usar transporte público, bicicletas o vehículos eléctricos.  
- Apoyar iniciativas de reforestación y conservación de ecosistemas.  

## **Conclusión**  

El **cambio climático** es un problema complejo, pero no irreversible. La **crisis climática** exige acciones inmediatas y coordinadas a nivel global. Desde gobiernos hasta individuos, todos tenemos un papel que desempeñar para asegurar un futuro más sostenible.  

Mantente informado y actúa: el momento de enfrentar este desafío es ahora.  

19 noviembre 2019

Alarmante informe: la crisis climática es la mayor amenaza para los niños

La principal amenaza para la salud de los niños por nacer es la crisis climática. El impacto que el calentamiento global del planeta generará en el ambiente preocupa a los investigadores y científicos, especialmente por los efectos que puede tener en los chicos. Así lo advierte un informe publicado esta semana en la revista internacional The Lancet, que asegura que un niño que nazca hoy podría llegar a vivir en un mundo cuatro grados más cálido que el promedio preindustrial.
El calentamiento global afectará a su salud “desde la infancia y la adolescencia hasta la edad adulta y la vejez”, advierte el artículo. “En todo el mundo, los niños se encuentran entre los más afectados por el cambio climático”, asegura. El estudio toma las conclusiones de la revisión anual que un grupo de expertos de 35 instituciones científicas y agencias de Naciones Unidas realiza desde 2015.
Estos especialistas, agrupados bajo la iniciativa Lancet Countdown, monitorean 41 indicadores de impacto de la crisis climática, especialmente en la salud. Jaime Martínez-Urtaza, experto en seguridad alimentaria y epidemiología en el Centro de Estudios para el Medio Ambiente, la Pesca y la Acuicultura del Reino Unido, destacó, en declaraciones a EFE, la necesidad de que los impactos del cambio climático en la salud sean una de las líneas prioritarias en la próxima conferencia de Naciones Unidas (COP25), que se va a celebrar en Madrid, del 2 al 13 del mes próximo.
Para él, la comunidad internacional ha avanzado mucho en el diseño de estrategias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, pero la atención sobre cómo adaptarse a los cambios y cómo generar estrategias de resistencia “no han sido totalmente abordados y necesitan una atención inmediata”.
El estudio de The Lancet advierte sobre las graves repercusiones sanitarias del cambio climático “a menos que el mundo cumpla con las metas del Acuerdo de París para limitar el calentamiento por debajo de los 2 grados”, y señala que durante el último año los impactos de la crisis han sido “más claros que nunca”.

A lo largo de la adolescencia, el impacto de la contaminación del aire empeorará
A lo largo de la adolescencia, el impacto de la contaminación del aire empeorará
Entre esos impactos, el informe cita las temperaturas más altas registradas hasta ahora en Europa occidental, los incendios forestales en Siberia, Queensland (Australia) o California, y que como consecuencia de ellos la población sufrió más asma, más infecciones respiratorias o una mayor insolación.
Los fenómenos meteorológicos extremos se intensificarán durante la vida adulta. Un total de 152 países de 196 experimentaron un aumento de las personas expuestas a incendios incontrolados desde 2001-2004, y el número de personas de más de 65 años expuestas a olas de calor alcanzó la cifra récord de 220 millones más en 2018 que en el 2000, 63 millones más que en 2017.
Hugh Montgomery, copresidente de Lancet Countdown y director del Instituto de Salud Humana del University College de Londres, sostiene en el artículo: “Los lactantes suelen ser los más afectados por los efectos potencialmente permanentes de la desnutrición”, recuerda el artículo. “Esta situación empeorará dramáticamente en los próximos años debido a los fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones, sequías, incendios, el aumento del nivel del mar y la intrusión de agua salada”, añade Montgomery.
Es que, según la investigación, a medida que aumentan las temperaturas, los lactantes sufrirán las peores consecuencias de la malnutrición y la subida de precios de los alimentos: el potencial de rendimiento medio del maíz (-3%), el trigo de invierno (-4%), la soja (-3%) y el arroz (-2%) han disminuido en los últimos 30 años.
“Los niños son especialmente vulnerables a los riesgos sanitarios del cambio climático. Sus cuerpos y sistemas inmunitarios aún están en proceso de desarrollo, por lo que son más susceptibles a enfermedades y contaminantes medioambientales”, dijo Dr Nick Watts, Director Ejecutivo de Lancet Countdown. “Los daños ocurridos en la primera infancia son persistentes y generalizados, y sus repercusiones sanitarias duran toda una vida. Si todos los países no llevan a cabo una actuación drástica para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, los avances logrados en el bienestar y la esperanza de vida se verán comprometidos, y el cambio climático será lo que define la salud de toda una generación”, agregó.
Los niños también serán los que más sufran debido al aumento de las enfermedades infecciosas. El 2018 fue el segundo año con las condiciones climáticas más adecuadas registradas para la propagación de las bacterias que causan gran parte de las enfermedades diarreicas a nivel mundial.
Las “nuevas” condiciones climáticas son propicias para que se expandan las bacterias que causan las enfermedades diarreicas, para que aumenten los brotes de cólera en países donde la enfermedad no es frecuente, o para que se propaguen más rápidamente enfermedades como el dengue.

El número de personas de más de 65 años expuestas a olas de calor alcanzó la cifra récord de 220 millones más en 2018 que en el 2000 (Photo by Damien MEYER / AFP)
El número de personas de más de 65 años expuestas a olas de calor alcanzó la cifra récord de 220 millones más en 2018 que en el 2000 (Photo by Damien MEYER / AFP)
A lo largo de la adolescencia, el impacto de la contaminación del aire empeorará. La contaminación del aire también crece, lo que provoca una reducción de la función pulmonar, un empeoramiento del asma y otras enfermedades respiratorias e incrementa el riesgo de infartos de miocardio y apoplejías, con el consiguiente aumento de los gastos sanitarios para atender esas enfermedades.
Las muertes prematuras debido a la contaminación del aire exterior (PM2.5) se estabilizaron en 2,9 millones en todo el mundo en 2016 (más de 440 000 a causa del carbón) y el suministro de energía mundial total procedente del carbón aumentó en un 1,7 % entre 2016 y 2018, una subida que invirtió una tendencia descendente.
Estamos a tiempo
Si las actuaciones mundiales se ajustan a la ambición del Acuerdo de París, que limita el calentamiento del planeta a muy por debajo de 2° C, un niño que nazca hoy en el Reino Unido podría ver el fin de la utilización del carbón antes de su sexto cumpleaños, y el crecimiento de la energía solar y eólica tendría como resultado un aire más limpio en todo el país.
En Francia, los últimos vehículos de gasolina y diésel se venderán antes de que cumpla 21 años, y las rutas para ciclistas y zonas verdes contribuirán a ciudades más saludables y habitables. Antes de su 31 cumpleaños, un niño que nazca hoy verá al mundo alcanzar un nivel cero neto de emisiones, lo que garantizará un futuro más sano para las generaciones venideras gracias a un aire más limpio, agua para consumo más segura y alimentos más nutritivos.
“El camino que elija el mundo hoy afectará de manera irreversible al futuro de nuestros hijos”, dijo la coautora Stella Hartinger, de la Universidad Cayetano Heredia, Perú. “Debemos escuchar a los millones de jóvenes que han liderando la ola de huelgas escolares pidiendo una actuación urgente. Es necesario el trabajo de los 7500 millones de personas vivas hoy en día para garantizar que la salud de un niño que nazca hoy no esté definida por el cambio climático”.
A pesar de la magnitud del reto, el informe ofrece algunos motivos para un prudente optimismo: el crecimiento de la energía renovable supuso un 45% del crecimiento total en la producción de electricidad en 2018 (un 27 % procedente de la energía solar); mientras que la utilización de la electricidad como combustible para el transporte por carretera creció un 21 % a nivel mundial entre 2015 y 2016; y la electricidad con baja emisión de carbono supuso un tercio de la producción total de electricidad en 2016.

10 abril 2019

La Cumbre sobre el Clima 2019



Energy transition, Climate finance and carbon pricing, Industry transition, Nature-based solutions, Cities and local action, Resilience
Todos sentimos los impactos del cambio climático y las consecuencias reales que están ocasionando en la vida de las personas. El cambio climático altera las economías nacionales, con costes que son elevados en la actualidad y que aumentarán en el futuro. Sin embargo, se está generalizando la creencia de que las soluciones asequibles y ampliables actuales nos permitirán dar un salto hacia economías más limpias y resilientes.
El Acuerdo de París, adoptado en 2015, supuso un paso fundamental para abordar el cambio climático. Estableció un objetivo central de mantener el aumento de la temperatura media mundial de este siglo 2 °C por debajo de los niveles preindustriales y lo más cerca posible de 1,5 °C.
El Acuerdo de París de 2015 marcó un punto de inflexión en la historia. Los líderes de todo el mundo afianzaron un acuerdo nuevo y universal al amparo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Este mes de diciembre en la Conferencia sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP24) en Polonia, los distintos gobiernos deberán establecer las directrices de implementación del Acuerdo de París, de modo que se impulse todo su potencial.
En noviembre de 2018, 184 estados y la Unión Europea se han adherido al Acuerdo, que ha entrado en vigor en tiempo récord.
Me gustaría escuchar cómo vamos a detener el aumento de emisiones antes de 2020 y a reducir drásticamente las emisiones para lograr el objetivo de emisión cero para mediados de siglo.
Los países han diseñado sus propios planes de acción por el clima a nivel nacional en el marco del Acuerdo de París. No obstante, la suma de estos planes no es suficiente para limitar el cambio climático por debajo de los 2 °C. Es fundamental que los países refuercen sus estrategias para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París y aumenten la ambición para abordar el cambio climático.
A fin de apoyar los esfuerzos de implementación del Acuerdo de París y aumentar la ambición y la acción por el clima, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, reunirá a los líderes mundiales de los ámbitos gubernamental, financiero, empresarial y civil en la Cumbre sobre el Clima del 23 de septiembre de 2019.
La Cumbre supondrá una oportunidad para que líderes y colaboradores manifiesten una acción por el clima real y muestren su ambición.
La Cumbre del próximo año se celebrará exactamente un año antes de que los países tengan que reforzar sus compromisos climáticos nacionales bajo el Acuerdo de París.
El Secretario General declaró: "Solo será posible con un nivel de ambición significativamente mayor. Por ello, la Cumbre se centrará en áreas que aborden el núcleo del problema, esto es, los sectores que crean la mayor parte de emisiones y las áreas en las que el desarrollo de resiliencia supone una mayor diferencia."
"Me gustaría escuchar cómo vamos a detener el aumento de emisiones antes de 2020 y a reducir drásticamente las emisiones para lograr el objetivo de emisión cero para mediados de siglo".

Científicos contra el cambio climático

Los científicos que estudian el cambio climático están de acuerdo en tres cosas: 1) el clima está cambiando; 2) nosotros somos la principal causa del cambio; 3) las consecuencias son adversas para nuestra sociedad.

La comunidad científica dedica tiempo y esfuerzos a estudiar qué está ocurriendo en nuestro planeta en esta era del Antropoceno: sus hallazgos son valorados, contrastados y validados mediante procedimientos rigurosos, con la finalidad de ofrecer a la sociedad los últimos descubrimientos sobre el tema.

Estos hallazgos deberían servir para que los políticos tomaran las medidas pertinentes, pero hete aquí que los  grupos de presión, activos y poderosos, atacan con todos sus medios los resultados que consigue la comunidad científica.  Y de momento van consiguiendo sus objetivos: la respuesta que se da al problema desde la política es tímida e insuficiente desde todos los puntos de vista.

Los científicos no están preparados - ni deben ocuparse de ello - para enzarzarse en peleas con los grupos de presión, de modo que ante las contundentes respuestas de los negacionistas parece ser que optan por utilizar un "lenguaje calibrado", mesurado y diplomático, para no levantar demasiada povareda.

Pero desde la sociedad civil podemos ayudar a nuestra comunidad científica, divulgando sus hallazgos y presionando desde las redes para que los políticos tomen en serio los peligros que nos acechan y se pongan ¡de una vez! a estudiar cómo implementar medidas para luchar contra la devastación generalizada que está arruinando el planeta.

El Club Nuevo Mundo está centrado en esta tarea, y por eso, además de sus propias actividades, divulga artículos relevantes sobre el tema, como el que publicó recientemente The Conversation titulado "Hablemos claro sobre el cambio climático: las evaluaciones se quedan cortas", que puedes leer aquí.

Netflix muestra el cambio climático en tiempo real...Serie: NUESTRO PLANETA

Es una imagen sorprendente: una morsa que sube un acantilado rocoso. Durante un episodio de Nuestro planeta, la nueva serie documental de Netflix, atestiguamos algo que no debería estar pasando y, según los productores, eso está sucediendo por el cambio climático. Los animales marinos desesperados y expulsados de sus hábitats naturales tratan de adaptarse a las condiciones de otros lugares y, como resultado, terminan muriendo.
Este no es el entorno típico que se ve en los documentales de la naturaleza, pero Nuestro planeta tiene un objetivo distinto. Sus creadores colaboraron con el Fondo Mundial para la Naturaleza (y un equipo de científicos) para retratar la manera en que varios ecosistemas en todo el mundo —desde el Ártico congelado hasta la selva tropical y las aguas costeras— se ven afectados por la actividad de los humanos, y lo que puede hacerse para protegerlos o restaurarlos. "Tratamos de llegar al meollo del problema en cada uno de los grandes hábitats del mundo", dijo Keith Scholey, productor ejecutivo de la serie, "y de ser muy claros sobre los elementos de destrucción y las soluciones".
En una entrevista telefónica con Scholey y Adam Chapman, que produjeron y dirigieron dos episodios de la serie, y, en otra por separado, con Sophie Lanfear, quien produjo y dirigió un episodio, nos compartieron sus experiencias al filmar Nuestro planeta.
¿De qué manera influyeron sus intereses como activistas en la filmación y la producción?
SOPHIE LANFEAR: La única razón por la que me mostré interesada en trabajar en Nuestro planeta es que la conservación es el núcleo de la serie. A menudo es algo de último minuto, dos oraciones de comentarios al final de un episodio. Para mí, se trata de diseñar toda la estructura del documental con un mensaje de conservación, y tener el tipo de secuencias visuales que te muestran, no solo te cuentan, lo que está pasando con el mundo.
ADAM CHAPMAN: Establecimos parámetros rigurosos cuando estábamos decidiendo qué hacer. El más evidente fue que debíamos mostrar los comportamientos animales más dinámicos y nuevos que pudiéramos encontrar. Además, lo más importante era que cada secuencia debía representar una verdad más grande de ese hábitat.
LANFEAR: Por ejemplo, cuando estaba diseñando [el segundo episodio] "Mundos congelados", vi absolutamente todos los documentales relevantes que pude encontrar pero ninguno de ellos contaba la historia del hielo marino. El hielo marino no solo es una masa gigantesca de nada. Es un hábitat donde hay seres vivos. Las algas se alimentan de hielo, el kril se alimenta de algas, y las ballenas y los pingüinos se alimentan de kril. Y cuando se pierde el hielo marino, esa superficie blanca y reflejante en el casco superior de nuestro planeta, perdemos el escudo que nos protege de la energía solar. Así que no solamente es malo para los animales que viven ahí, sino para todos nosotros.
¿Cómo fue ver el impacto del cambio climático en tiempo real?
KEITH SCHOLEY: Creo que la parte que me impactó fue el coral blanqueándose en un tramo de 800 kilómetros de la Gran Barrera de Coral. Adopta un color blanco fantasmagórico cuando cambia la temperatura. Expulsa las algas que viven en el coral. Se ve hermoso, pero después mueren.
CHAPMAN: Para mí, la secuencia que me resultó más emotiva fue el desprendimiento de hielo en Groenlandia, que es la secuencia final del primer episodio. Estuvimos esperando a que el glaciar se desprendiera durante varias semanas, sin suerte. Ya casi estábamos empacando.
LANFEAR: Como que pude ver el borde y pensé: "Creo que esa parece una silueta distinta". Pudimos ver que se estaba moviendo ligeramente, así que preparamos todo el equipo por la noche durante la última hora de luz. Cerca de un tercio del glaciar se desprendió en esa ocasión. Sonaba como una zona de guerra. Como un cañón.
CHAPMAN: Después logramos filmar en el terreno y desde un helicóptero que teníamos preparado. Los veinte minutos que pasamos en el helicóptero probablemente fueron los más emocionantes que he vivido en mi carrera fílmica. Pero después de la euforia de lograr ese objetivo, cuando ves la bahía con un enorme iceberg en medio, te das cuenta de lo que eso significa.
LANFEAR: Podíamos ver a través de parte del hielo marino. Era como cristal. En ese momento te das cuenta. El científico Alun Hubbard ha estudiado los núcleos de hielo en esa sección del glaciar, y es hielo de hace miles y miles de años. Algo que tiene miles de años de existencia, destruido en un segundo. Fue muy aleccionador. Y cuando piensas en el hielo marino que está desapareciendo, puedes imaginar que las morsas son como refugiados. Son refugiados árticos.
Las escenas de las morsas son sorprendentes. Ellas no tienen suficiente hielo, así que escalan zonas rocosas y acantilados. Pero no pueden bajar de los acantilados, así que caen y mueren en consecuencia.
LANFEAR: Las escenas de las morsas fueron las más difíciles que haya tenido que presenciar en mi carrera. Cuando estaba planeando la historia, sabía de los megaéxodos que sucedían en esa región, y elegimos el paraje ruso porque era la agrupación más grande del mundo, más grande que las que ocurren en Alaska y Canadá. Sin embargo, se perdió un poco en la traducción con Anatoly Kochnev, el científico ruso que estudia estos sitios. Hay un viejo video de archivo que tenía en la mente: parecían rollos de salchicha que caían. Me imaginaba que quizá las morsas se caerían, pero que al final estarían bien. No estaba preparada para todas esas muertes.
Lo que creemos que está pasando es que las que están en la cima quizá pueden escuchar a las que están en el agua, y pueden sentir que hay agua abajo. Se tambalean en el borde, y simplemente no saben cómo bajar. Un pequeño grupo de unas seis o siete bajaban sin problemas, y todos celebrábamos. Pero la gran mayoría no puede. Básicamente caminan hasta que se termina la colina. Las morsas están acostumbradas a los aterrizajes suaves y poco profundos. Su percepción de la profundidad no ha evolucionado para lidiar con acantilados ni para saber cómo regresar de donde vinieron. Así que es una situación trágica. Es absolutamente descorazonador.
También se podría argumentar que el problema en los océanos no es el plástico, como generalmente se señala en las series documentales sobre la naturaleza, sino la pesca excesiva.
SCHOLEY: Intentamos descubrir cuál es el gran problema de cada hábitat. El plástico es muy malo, no me malentiendan, pero no destruirá el océano. Las dos cosas que lo destruirán son el calentamiento del océano y la pesca excesiva. Estamos dándole una paliza muy dura al océano. Respecto de la pesca excesiva, en la serie tratamos de explicar que los peces llevan de un lado a otro a los nutrientes. Hacen que el sistema siga funcionando. Así que cuando ya no hay peces, se pierde toda la productividad del océano y todo el sistema colapsa.
La serie presenta muchas soluciones para mostrar cómo pueden recuperarse las poblaciones, como desarrollar reservas marinas para contrarrestar la pesca excesiva y restaurar las junglas donde ahora están en riesgo los orangutanes que han evolucionado para usar herramientas como palos (para encontrar y comer sus alimentos).
SCHOLEY: Lo crucial en la secuencia del orangután era señalar que el bebé debe aprender mucho de su madre. La verdadera tragedia acerca de que se estén extinguiendo los orangutanes es que, si la población salvaje se pierde, se perderá el aprendizaje que la especie ha desarrollado gracias a la evolución. Un animal cautivo jamás podría aprender ese comportamiento complejo sin una madre que haya estado en un entorno salvaje.
Creo que los humanos somos como cualquier otro animal. Intentamos hacer lo mejor que podemos por nuestras familias inmediatas. Eso es completamente natural. Lo extraño de los seres humanos es que debemos averiguar cómo no ser como otros animales. Debemos gestionarnos en lo que respecta a la naturaleza. Lo hacemos muy bien con nuestras sociedades. Administramos nuestras economías muy bien. Pero hemos dado por sentado el mundo natural. La naturaleza era algo que debía superarse, y ahora debemos reconstruirla. Y gran parte de esa misión puede lograrse tan solo dejándola en paz. Solo déjenla en paz, y hallará su camino. No tenemos que esforzarnos mucho. Simplemente tenemos que alejarnos.
Copyright: 2019 New York Times News Service

31 octubre 2017

El cambio climático ya afecta nuestra salud


Cambio climático

El cambio climático ya tiene un impacto concreto en nuestra salud, advirtió un informe publicado este martes, que insta a acelerar la transición hacia una sociedad con bajas emisiones de carbono.

Los "síntomas" provocados por el aumento de las temperaturas y la multiplicación de los "acontecimientos climáticos extremos" son "visibles desde hace unos años y su impacto en la salud es peor de lo que pensábamos", señala el estudio publicado en la revista médica británica The Lancet.

Así, entre los años 2000 y el 2016, el número de personas afectadas por las olas de calor aumentó en alrededor de 125 millones, alcanzando un récord de 175 millones de personas expuestas en 2015. Las olas de calor pueden provocar estrés térmico, agravación de insuficiencia cardíaca o una insuficiencia renal debido a deshidratación.

El aumento de las temperaturas también ha generado una caída de un 5,3% en la productividad laboral en las zonas rurales.

Por otra parte, el cambio climático ha aumentado también el campo de acción del mosquito del dengue. Su capacidad de transmisión se ha incrementado en un 9,4% desde 1950 y el número de casos de personas con dengue casi se ha duplicado cada década.

Entre 2000 y 2016, el número de desastres relacionados con el clima (huracanes, inundaciones, sequías...) aumentó en un 46%, apuntan los investigadores.

Aunque no se puede atribuir de forma certera estos fenómenos al cambio climático, su vínculo es "posible", y hay pocas dudas de que en el futuro haya un aumento de la "frecuencia y gravedad" de estos desastres naturales, agregan.

Este informe fue realizado por 24 organismos de investigación y organizaciones internacionales, incluidas la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

06 octubre 2017

Récord de sismos en supervolcán que podría alterar el clima de todo el planeta

Según la más reciente actualización del Observatorio Vulcanológico de Yellowstone, el 'enjambre sísmico' en curso en ese Parque Nacional de EE.UU. es uno de los más prolongados en las últimas décadas. Desde el 12 de julio pasado se han registrado 2.475 terremotos y el más fuerte, en septiembre pasado, alcanzó una magnitud de 3,2.
El científico encargado del observatorio, Michael Poland, explicó a Newsweek que la actividad sísmica observada en los últimos meses es una de las más altas allí registradas, y aunque ello no sea indicio de una erupción inminente, sí es equiparable con los eventos de 1985, cuando más de 3.000 terremotos se produjeron en la zona durante un periodo de tres meses.
Panorámica de Yellowstone en el valle de Hayden. Parque Nacional de Yellowstone, Wyoming, Estados Unidos "No se metan con Yellowstone": Geólogos en contra del plan de la NASA de 'salvarnos' del supervolcán
El enjambre sísmico es un fenómeno típico en el Parque Nacional de Yellowstone, situado principalmente en el estado de Wyoming, al noroeste de EE.UU., y concentra un 50% de todos los terremotos registrados en las vecindades del supervolcán. Como enjambres se conoce una secuencia multitudinaria de movimientos telúricos que se repiten durante varias semanas o meses y que ocurren sin ningún orden, mientras que los sismos convencionales suponen un evento principal y una serie de réplicas posteriores.
Michael Poland indicó también que es difícil definir el número preciso de  terremotos ocurridos, porque suelen sobreponerse unos a otros o ser demasiado pequeños para registrarlos. Sin embargo, hay métodos que permiten determinar su magnitud y cuantía mediante un análisis retrospectivo, así que podría haber mucho más de lo anunciado inicialmente.
El supervolcán del Parque Nacional de Yellowstone entra en erupción cada 600.000 años y su potencia puede superar hasta en cien veces la de los volcanes normales. Los científicos advierten que una de las mayores amenazas que conlleva la erupción de este gigante sería la creación de un prolongado invierno volcánico global, que pondría en peligro a la humanidad y a muchas de las formas de vida del planeta.

11 septiembre 2017

El Papa Francisco sobre cambio climático: "El hombre es un estúpido que no ve"

EFElun sep 11 2017 13:32
El papa Francisco afirmó hoy, a propósito de la destrucción del medioambiente y la falta de toma conciencia de ello, que "el hombre es estúpido", durante la rueda de prensa en el avión en el que regresaba de Colombia.
Francisco usó una frase del Antiguo Testamento: "El hombre es un estúpido, es un testarudo que no ve. El único animal que tropieza dos veces con la misma piedra", para criticar que no se tomen medidas rápidas sobre el cambio climático.

"Quien niega el cambio climático tiene que ir a los científicos y preguntarles a ellos. Son claros y precisos", señaló Francisco al responder a las preguntas de los periodistas, entre ellos la enviada de Efe, que viajaban con él.

Francisco se refirió a las imágenes recientes del deshielo del Polo Norte y como hace poco un estudio de una universidad "decía que tenemos solo tres años para ir para atrás y no sé si son tres años pero, si no volvemos para atrás, será el final".

"Los científicos dicen claramente cuál es el camino a seguir", agregó el papa, que dijo que después "cada uno tiene una responsabilidad moral, mas grande o menor, moral", agregó.

Se refirió en ese contexto al "dios bolsillo" pues, agregó, "todo depende del dinero y no sólo la defensa del medioambiente".

04 febrero 2017

Cambio climático golpea fauna en Península Antártica


Debido al calentamiento global, el inmenso glaciar Fourcade sufre a diario desprendimientos de hielo que retumban como truenos y, tras cruzar el agua helada de la caleta que lo separa de Carlini, encallan en la playa de la base, delante de las narices de los científicos.

Más allá del frío o la ausencia de verde, el silencio es uno de los principales rasgos de la Antártida. Sin embargo, los estruendos del rompimiento de glaciares perturban cada vez más a los pobladores de la base argentina Carlini.


Frente al calentamiento promedio global menor a 1 grado, la Península Antártica es la región que más sufre el cambio climático, con un aumento de temperatura de 2,5 grados Celsius en 100 años, de acuerdo con el investigador Rodolfo Sánchez, director del Instituto Antártico Argentino (IAA).

El retroceso de los glaciares en la Península Antártica tiene graves consecuencias porque golpea a todo el ecosistema local -y finalmente global-, incluyendo especies como el elefante marino, el lobo marino, la foca y el pingüino.

El Fourcade, situado en la isla 25 de Mayo -en el norte de la Península Antártica-, retrocedió cerca de 500 metros en los últimos 25 años, dejando al desnudo oscuras porciones de piedra antes ocultas, que ahora son ocupadas por plantas o animales.

"Este retroceso glaciario en Caleta Potter -donde está el Fourcade- (...) altera la abundancia y diversidad de la fauna", explicó Sánchez arriba del buque ARA Malvinas Argentinas, en el que, tras tres horas de avión, llegó a la base para recorrer las instalaciones junto con la canciller argentina, Susana Malcorra, y periodistas.

Los "escombros" -como en Carlini llaman a los bloques de hielo- del Fourcade flotan en el mar y cubren de blanco casi toda la playa de la base argentina.

Al derretirse darán un paso más en la transformación de la flora y la fauna, ya que su agua modifica la salinidad de la caleta y arrastra sedimentos.

"El sedimento hace que haya menos penetración de la luz (en el agua) y esto afecta a las comunidades de macroalgas", dijo la bióloga Carolina Matula antes de mostrar las algas que cotidianamente llevan a su laboratorio los buzos que se sumergen en aguas con temperaturas bajo cero.

"El sedimento afecta también a los animales, en su fisiología y en su comportamiento. Solamente algunos organismos toleran esos ambientes que están perturbados", añadió.

Como consecuencia del cambio climático, científicos esperan que un inmenso iceberg se desprenda de la península tras el abrupto crecimiento de una grieta en el hielo antártico, lo que cambiaría el paisaje de la región.

Según el Servicio del Cambio Climático de Copérnico, un programa de la Unión Europea, el 2016 fue el año más caluroso del que haya registros.

¿Cambio de hábito?

Los científicos de la base Carlini, especializada en estudios sobre el cambio climático, han detectado cómo el plancton local se ve afectado por los cambios en el medio ambiente, disparando a su vez una serie de modificaciones en el resto de la cadena.

Organismos como el krill, del que se constataron amplias mortandades recientemente, son un alimento clave para los mamíferos marinos y para las aves autóctonas.

Pero el retroceso de los glaciares antárticos repercute además de otros modos sobre la fauna de la isla 25 de Mayo, también conocida como Rey Jorge.

Debido a los hábitos alimenticios y de reproducción de los elefantes marinos, que los obligan a realizar largas migraciones, el retroceso de los hielos en el oeste de la Península Antártica ha desembocado en una notoria disminución de los animales que llegan a la zona protegida cercana a la base.

"La colonia se redujo alrededor de un 30 por ciento desde 1995 a la actualidad", explicó Javier Negrete, investigador del IAA especializado en mamíferos marinos.

"No está claro si es que los animales están desapareciendo o bien se están reubicando", agregó Negrete.

Los pingüinos son otra especie que experimenta vertiginosos cambios. Especies como el emperador o el de Adelia sufren la merma del hielo marino, mientras que otras como el papúa -habituado a ambientes menos extremos- se han expandido hacia el sur de la Península Antártica.

Extrañamente, hace cinco años llegó a la región una pareja de pingüinos rey -originalmente de áreas más septentrionales- y tras varios intentos logró tener un pichón.

"Punta Stranger -en la isla 25 de Mayo- representa al día de hoy el sitio más austral en el cual se observa una pareja reproductiva de pingüino rey", destacó la bióloga Mariana Juáres, quien dijo que no está claro si esta presencia obedece a cambios poblacionales o ambientales.

Vida distinta

Con capacidad para 84 personas, Carlini es una de las 13 bases que Argentina tiene en la Antártida y es el mayor centro científico del país en el continente blanco.

La actividad de su laboratorio es clave porque ha hecho mediciones continuas a lo largo de 25 años, incluso durante los interminables inviernos en los que otras bases están cerradas.

Aunque la vida antártica es difícil, ninguno de los técnicos, científicos o militares que habitan la base -donde permanecen al menos por meses- mostró deseos de volver a Argentina.

Si las excepcionales vivencias cotidianas no alcanzan, la pizza y la música animan las noches de los sábados.

"Hay tantas experiencias todo el tiempo que uno no alcanza a extrañar. Sí extraño alimentos como los huevos o lácteos como la crema", dijo Julia Luna, una ingeniera en sistemas de 28 años que casi no vio nieve en el año que lleva en la base.

Para quienes visitan la Antártida desde hace décadas, el cambio en el clima es evidente.

"Yo empecé a venir acá en 1990. Prácticamente no llovía. Nevaba, pero no llovía. Ahora en verano llueve todo el tiempo", señaló Sánchez, el director del IAA

Aunque los cambios son evidentes, las repercusiones finales del calentamiento global en la Antártida son insospechadas.

"Los individuos que puedan se van a adaptar y los que no, darán lugar a otros. Estos cambios se encadenarán con otros cuyos alcances son difíciles de predecir", dijo el bioquímico Lucas Ruberto, jefe científico de la base.

15 noviembre 2016

Ban Ki-moon espera que Trump entienda “la gravedad” del cambio climático

Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, espera que Donald Trump entienda "la urgencia" y la "gravedad" del cambio climático y de la lucha contra este fenómeno. El responsable de la ONU se ha referido así a las dudas que se han abierto en la lucha contra el calentamiento global tras la victoria del republicano en las elecciones de EE UU. Trump se ha mostrado escéptico con este fenómeno y ha amenazado con retirar a su país del Acuerdo de París. Ban Ki-moon ha recordado que el pacto ha sido ratificado ya por 109 países y que ha entrado en vigor "en un tiempo récord".

Ban Ki-moon se ha pronunciado así en la Cumbe del Clima que se celebra en Marrakech. En esta cita intervendrán este martes alrededor de 70 jefes de Estado y presidentes. Un año después de alcanzarse en la capital francesa el Acuerdo de París de lucha contra el calentamiento global, no se esperaban grandes sobresaltos en esta cumbre, que se cerrará el viernes. Pero la victoria del republicano Trump, escéptico sobre la influencia humana en el cambio climático, ha hecho que la inquietud se instale entre los representantes de las cerca de 200 naciones que se reúnen en la ciudad marroquí. Estados Unidos es el segundo país del mundo que más CO2 emite a la atmósfera; acumula alrededor del 15% de las emisiones relacionadas con los combustibles fósiles y la industria.

Trump, que ha llegado a calificar de cuento el cambio climático, ha prometido que sacará a su país del Acuerdo de París, que la Administración de Barack Obama ratificó en septiembre junto a China, el primer emisor de gases de efecto invernadero. La alianza de EE UU y China en la lucha contra el cambio climático ha sido fundamental en los últimos años para que se cerrara en París el primer pacto climático, que obliga a todos sus firmantes a acometer recortes en sus emisiones de gases de efecto invernadero a partir de 2020.

Al margen de lo que pueda hacer Trump, Ban Ki-moon ha recordado este martes que los Estados y ciudades que forman parte de EE UU también desarrollan políticas contra el cambio climático y pueden contribuir a mitigar este problema.
El secretario general de la ONU ha señalado que, tras la victoria del republicano la semana pasada, mantuvo una conversación con él. "Soy optimista sobre los esfuerzos contra el cambio climático", ha añadido. Sin embargo, preguntado directamente sobre si cree que Trump sacará a EE UU del pacto de París, ha contestado: "Solo puedo hablar por mí". En todo caso, Ban Ki-moon se ha mostrado esperanzado en que el republicado llegue a entender la "urgencia" y la "gravedad" de la acción contra el calentamiento global. "Estoy convencido de que, como presidente, escuchará" los argumentos que se le presenten, ha apuntado el secretario general de la ONU. 

Financiación

Trump también ha asegurado que su intención es frenar la participación económica de EE UU en los programas de calentamiento global de ONU. El compromiso de EE UU hasta ahora eran 3.000 millones de dólares en 2020, de los que 500 ya han sido depositados. Ese dinero se destinaría para ayudas a los países más pobres y expuestos frente al cambio climático. Un informe presentado el lunes en la Cumbre del Clima por el Banco Mundial alertaba de que, al año, los fenómenos extremos de la naturaleza hacen que 26 millones de personas caigan en la pobreza extrema (que sobrevivan con menos de 1,9 dólares al día).
Un gran número de los jefes de Estado que han acudido a la cumbre de este año son de países africanos, que veían en esta cita una oportunidad para reclamar fondos para luchar contra el cambio climático y para poder construir infraestructuras energéticas.  
Está prevista la participación este martes en la cumbre de John Kerry, el todavía secretario de Estado de EE UU y uno de los artífices del Acuerdo de París. El enviado especial de Estados Unidos para el Clima, Jonathan Pershing (que pertenece a la Administración de Obama), ha confiado este martes en que el pacto contra el calentamiento pueda sobrevivir al mandato de  Trump.

27 mayo 2015

Los Glaciares fatales del Perú

  Lima El Pais.com

No fueron uno ni dos aluviones los que asolaron el departamento de Ancash, en el norte de Perú, en el siglo XX. Fueron por lo menos cinco, importantes, que provocaron cientos de muertos. En algún caso fueron miles, como ocurrió en la ciudad de Yungay la tarde del 31 de mayo de 1970, hace 45 años, cuando millones de metros cúbicos de hielo provenientes del Huascarán, el monte más alto del Perú (6.768 metros) se desprendieron a raíz de un terremoto de 7,7 grados de magnitud.

El saldo fatal fue de cerca de 15.000 víctimas mortales que se sumaron a otras 50.000 más causadas por el mismo sismo, que devastó numerosos pueblos, ciudades y carreteras. Mark Carey, profesor de Historia de la Universidad de Oregón, norteamericano de origen, se ha internado por esta tormentosa ruta glaciar para, además de hacer su tesis doctoral, producir el libro Glaciares, cambio climático y desastres naturales, una obra que deshiela el pasado y el futuro.

Un aluvión de aluviones

También el presente, por supuesto, porque persiste la amenaza de una avalancha de origen glaciar en este país, que ha sufrido la mayoría de desastres de este tipo en todo el planeta. La saga que explora Carey comienza con el aluvión de Huaraz (capital del departamento) en 1941, que produce más de 4.000 muertos; sigue con el de Chavín, que acaba con la vida de unas 500 personas, y continúa con el de Los Cedros, que mata a por lo menos 200.
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Las mayores tragedias, sin embargo, ocurren en la década de los sesenta. En 1962, Ranrahirca, una ciudad ubicada al pie del Huascarán, como Yungay, es arrasada por un aluvión causado por un inmenso bloque de hielo desprendido del nevado, que baja devorando campos, pueblos y vidas. Sólo ocho años después llega la hecatombe de 1970, que en su momento remeció a Ancash, al Perú, a todo Sudamérica. Al mundo entero porque fue una de las fatalidades sísmicas más grandes.
Nevado Pirámide de Garcilaso (5.885 metros). Su belleza es arrobadora, pero, como otras montañas, abriga un riesgo para las poblaciones vecinas
Nevado Pirámide de Garcilaso (5.885 metros). Su belleza es arrobadora, pero, como otras montañas, abriga un riesgo para las poblaciones vecinas. / Ernesto Benavides
¿Qué ocasiona esto, qué mantiene la amenaza latente y qué descubre Carey? En este territorio, hermoso como pocos, denominado por algunos como "la Suiza peruana" por su parecido con el país alpino, existen una cadena nevada denominada, por visibles y hermosas razones paisajísticas, Cordillera Blanca. Podría decirse que, incluso, tiene un parecido con Nepal, esa nación hoy agobiada por dos sismos y que también ha sufrido avalanchas en el Himalaya.
Son cerca de 600 glaciares distribuidos a lo largo de unos 200 kilómetros, varios de ellos de más 6.000 metros de altura, y que hacen vecindad con el Callejón de Huaylas, un valle verde y deslumbrante que yace a los pies de este conjunto de montañas, que Carey en una parte llama "el hielo asesino de los Andes". No es para menos, por lo ya descrito y por registros históricos a los cuales el autor se asoma, que hablan de tragedias similares ocurridas en los siglos anteriores.

La glaciología pionera

Como en otras zonas del mundo, el retroceso glaciar avanza en la Cordillera Blanca. El cambio climático lo agudiza y puede aumentar el riesgo de desastres.
Como en otras zonas del mundo, el retroceso glaciar avanza en la Cordillera Blanca. El cambio climático lo agudiza y puede aumentar el riesgo de desastres. / Ernesto Benavides
Esa combinación de presencia sobrecogedora y poblaciones vulnerables —debido a que, tras la Conquista, se asentaron en lugares donde el hombre prehispánico no lo hizo— ha resultado literalmente mortal desde el siglo XX, antes y hasta la actualidad. En los últimos años, como bien se desprende de las rigurosas líneas de Carey, un germinal pero incipiente cambio climático fue, lenta pero terriblemente, estimulando las tragedias de origen glaciar.
A pesar de de establecer con precisión las coordenadas científicas de estos fenómenos, el autor va más allá porque justamente busca otra cosa: establecer cómo cambió la sociedad ancashina por estos dramáticos hechos, cómo se relacionó con el Estado y cómo se generó, por las desoladoras consecuencias de los aluviones, una generación de científicos peruanos, de glaciólogos, que fue realmente pionera en el estudio de los hielos a nivel mundial.
Lo que hace Carey es Historia Ambiental con mayúsculas, una disciplina que recién crece al ritmo del cambio climático y otras señales del ambiente que invitan a revisar nuestro devenir en la Tierra con ojos más inclusivos. En el caso de las tragedias ancashinas, percibe el surgimiento de ese núcleo profesional, que se especializa en el tema a causa de las desgracias y que terminan “actuando como intermediario entre el gobierno nacional y el Callejón de Huaylas”.
Laguna Parón, la más grande de la Cordillera Blanca. Varias veces ha estado a punto de desbordarse y provocar un desatre de enormes proporciones.
Laguna Parón, la más grande de la Cordillera Blanca. Varias veces ha estado a punto de desbordarse y provocar un desatre de enormes proporciones. / Ernesto Benavides
En ese viaje siguieron ocurriendo los aluviones de origen glaciar, pero la glaciología peruana hizo un aporte desde la periferia al centro, como bien apuntó en la presentación del libro el historiador Jorge Lossio. A la vez, también ocurrieron hechos penosos, como la resistencia de algunos estratos sociales a la reconfiguración de la ciudad de Huaraz, tras el aluvión de 1941, una pequeña y penosa historia que el autor del libro relata con cierto minucioso detalle.
“El aluvión erosionó los indicadores de esta distinción social”, sostiene Carey al describir esas resistencias, que incluso hicieron que muchas personas insistieron en ponerse en el mismo cono aluviónico, con lo que aumentaban su propia vulnerabilidad. Simultáneamente, aparecerían en el escenario los turistas, las empresas que edifican hidroeléctricas y otros actores que van configurando lo que en el mundo académico contemporáneo se llama economía del desastre.

La privatización de los glaciares

Se produjo una trágica falta de visión de parte de algunas autoridades y pobladores, que trataba de ser contenida por los glaciólogos, que hasta proponían traslados. No siempre fueron escuchados y tuvieron que convenir en hacer drenaje de lagunas, algo que sirvió para evitar algunas desgracias pero no pudo evitar otras. Ya en los noventa, Carey registra la impronta de la nueva economía, de la globalización y la apertura de mercados aterrizando sobre los hielos tropicales.
El hielo de estas montañas inmensas suele agrietarse por las lluvias, por los sismos o por el cambio climático. Entonces crece el peligro de las avalanchas. / Ernesto Benavides
Lo llama "la neoliberalización de los glaciares" y es un tiempo en el cual las grandes empresas pisan fuerte en los glaciares ancashinos, sobre todo la norteamericana Duke Energy, que insiste en represar algunas de las cerca de 400 lagunas de origen glaciar que, como consecuencia de los deshielos, existen en la zona. El súmmum de esta deriva es el cierre de la Unidad de Glaciología y Recursos Hidrológicos en tiempos del presidente Alberto Fujimori (1990-2000) que, al son de la privatización, llegó al extremo de desproteger a la población cerrando esa entidad.
Dicha instancia era heredera de otras anteriores (Comisión de Lagunas, Corporación del Santa, por el río que recorre el Callejón y otras), y ya había incurrido en la tentación de pensar más en la generación de energía que en el riesgo potencial de desastres para los pobladores de Ancash. Pero los tiempos fujimoristas, tan llenos de corrupción y desatado ultraliberalismo, parecen haber sido los peores, pues “significaron mayor vulnerabilidad ante las amenazas glaciares”.
En su navegación por esta cordillera nevada, Carey se encuentra además con una falsa alarma emitida por la NASA en el 2003, en torno a una laguna denominada Palcacocha, ubicada al pie del nevado Cupi. Revuelo, desesperación, a partir de una "grieta ominosa en el hielo", que no fue tal, como luego demostraron los glaciólogos peruanos. En los hechos, la ciencia "de la periferia" le enmendaba la plana a un organismo de ese nivel, que no supo diferenciar el hielo de la roca.

La amenaza latente

Las lagunas glaciares han sido drenadas por años, para evitar desastres. Pero en los últimos años se ha puesto en valor su potencial hidroeléctrico.
Las lagunas glaciares han sido drenadas por años, para evitar desastres. Pero en los últimos años se ha puesto en valor su potencial hidroeléctrico. / Ernesto Benavides
Al momento de escribir estas líneas, la Unidad de Glaciología en Ancash vive otra vez, ya que fue restablecida en el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006). Duke Energy sigue allí, como propietaria de la Hidroeléctrica del Cañón del Pato, y las inmensas montañas aún muestran su manto blanco. No obstante, en los últimos años el cambio climático ha ido derritiendo parte del paisaje y las esperanzas de este lugar, uno de los más hermosos y espectaculares de la Tierra.
Se estima que, desde 1970, los glaciares de la Cordillera Blanca han retrocedido al menos en un 30%. Uno se para en la ciudad de Huaraz y ya no se ve tanta nieve en las montañas circundantes, como cuando ocurrió el destructor aluvión en 1941. Aún así, o precisamente por eso, por el derretimiento de los hielos supuestamente eternos de los Andes, la peligrosa amenaza persiste y esta historia de Carey lo cuenta, lo advierte. Lo registra con rigor y emoción.

16 octubre 2014

Nadie quiere asumir la responsabilidades del cambio climático

Bogotá_
Hace casi un mes, exactamente el pasado 21 de septiembre, se realizó una marcha global por el clima, evento que fue convocado por un grupo de científicos y miembros de la sociedad civil. Esta concentración, tuvo como mérito el ser multitudinaria y realmente diversa, y esa es la razón por la que creo que debemos volver a tocar el tema y no hay que dejarlo simplemente en la realización de una marcha. Y lo hago precisamente por lo multitudinario que fue el evento. Desde personajes reconocidos por su militancia en torno al cambio climático, amas de casa, niños, jóvenes y activistas en general, las voces se alzaro
n para reclamar que no se le diera más vuelta al tema y que mejor se le enfrentara. Las negociaciones sobre el cambio climático si bien contabilizan dos décadas desde la adopción de la Conferencia sobre Cambio Climático en 1992, realmente comenzaron cuando entró en vigor el Protocolo de Kioto, casi una década después, en medio de la reticencia gubernamental de los países desarrollados y los de economías emergentes para aceptar sus responsabilidades de vieja y reciente data. Desde nuestro punto de vista, en la Asociación Ambiente y Sociedad, el problema de la no aceptación o minimización de los efectos de las actividades productivas, del uso de energía y los minerales, y las acciones cotidianas que resultan del simple hecho de vivir, puede estar en el centro del debate ya que parece que hubiera una intencionalidad de que cualquiera es responsable, menos quien señala al otro. Si bien hay que hacer un balance muy en detalle, la ausencia de los países emergentes en Nueva York, este acto previo anuncia cómo será la Conferencia de las Partes (COP) en Lima: nadie quiere cargar con esa responsabilidad. No compartimos que dado nuestro estado de desarrollo en Colombia, no hayamos contribuido ni lo haremos con suficientes emisiones, solo creemos en el centro de la economía nacional en la actualidad, así que esta carrera loca cualquiera puede sobrepasar su puntuación en pocos años. Y desmontar o bajarse de lo recorrido puede durar muchos años. Si continuamos con que “yo” no tengo nada o poco que ver en la situación, lo único que aseguraremos es mantener un estado de cosas que puede empeorar. Esto, creemos que también aplica a nosotros como ciudadanos, y consumidores empedernidos de cuanta mercancía sale al mercado que desplaza a la recientemente adquirida, la utilización de todas las tecnologías representadas en aparatos encendidos de manera permanente, el consumo de metales, en fin lo “nuevo” frente a lo reciclado, el gasto de energía y hasta de combustibles, porque siguiendo el mismo razonamiento “lo mío” es poco comparado con el resto. La idea de que “todos menos yo” tenemos responsabilidad, nos hace poco a poco convertir el discurso en una cantaleta y no en actitudes de reconocimiento de nuestra contribución, mayor o menor al problema global, y, en tal sentido, actuar con decisiones rápidas y oportunas que generen confianza, con indicadores precisos que creen un ambiente más seguro para nosotros y los que nos seguirán. ¿Cuál es el sentido y por qué el mundo marcha? La iniciativa de marchar de forma simultánea en más de 150 países comenzó como una propuesta de la organización 350.org, que más tarde se popularizó en cientos de ciudades del mundo, como Río de Janeiro, Nueva York, Londres y París, entre otras. El propósito es convocar la mayor cantidad de personas posibles para que líderes mundiales entiendan que es necesario frenar el calentamiento global. Margarita Flórez Directora de la Asoc. Ambiente y Sociedad

14 mayo 2010

El cambio climático hará desaparecer a los lagartos

Los lagartos y las lagartijas morirán de calor, literalmente, si no se reducen las emisiones de CO2, según revela un estudio realizado por un equipo internacional de 26 científicos, con participación española. Los investigadores esperan la extinción del 6% de especies de estos reptiles para 2050, y del 20% para 2080.

En total, según prevé un modelo matemático validado con trabajos de campo realizados en cuatro continentes, podrían desaparecer unas 1.300 de las 5.100 especies de saurios conocidas a través de la paulatina extinción del 39% de sus poblaciones locales. La desaparición de estos animales, que cuentan más de 5.000 especies, provocaría una explosión demográfica de sus presas, como insectos, invertebrados, y pequeños vertebrados.

La investigación comenzó con la constatación de que ciertas poblaciones de lagartija de turbera (Zootoca vivipara) de Francia se habían extinguido. Igualmente, miembros del equipo comprobaron, sobre un total de 48 especies de lagartijas mexicanas del género Sceloporus, que los animales habían desparecido en el 12% de las 200 localidades muestreadas, pese a que su hábitat permanecía aparentemente intacto. Sendos hallazgos llevaron al equipo a desarrollar un modelo artificial de lagarto con microchips que medía la temperatura operativa en diferentes condiciones durante cuatro meses, tanto en localidades donde las poblaciones de estos reptiles habían sobrevivido como en aquellas donde habían desaparecido. Los resultados de la prueba fueron concluyentes: en los lugares donde se habían producido extinciones, los lagartos no habrían tenido tiempo de alimentarse ni de reproducirse adecuadamente, ya que las altas temperaturas les obligarían a permanecer la mayor parte del tiempo guarecidos en sus refugios.

El nuevo modelo relaciona los parámetros de la fisiología térmica de los lagartos con las predicciones del calentamiento global. “Los lagartos tienen una serie de requerimientos fisiológicos que limitan su comportamiento y eso interfiere fundamentalmente con el tiempo de actividad disponible tanto para alimentarse como para reproducirse y para todas sus funciones vitales”, explica Ignacio De la Riva, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) y coautor del estudio.


De montaña y vivíparas, las más amenazadas


Las especies más amenazadas serán las de montaña porque tienden a cambiar su área de distribución altitudinalmente, “es decir, si una especie vive en una zona fría y el clima es cada vez más caliente va a necesitar ir subiendo y en algunos casos se va a encontrar con que ya no tiene a donde ir”, declara De la Riva. A esto se añade el hecho de que las especies de tierras bajas van a colonizar cada vez zonas más altas y van a ir desplazando a las de la montaña. Además, los lagartos vivíparos están más en peligro que los ovíparos.

Una de las principales razones de estas extinciones es que los lagartos se adaptan muy lentamente a los aumentos de temperaturas. “El marco temporal para alcanzar una temperatura más alta de su cuerpo es demasiado largo para los lagartos porque las bases genéticas de estos rasgos son poco heredables”, asegura Sinervo.

Muchas de estas extinciones, sobre todo las de aquellas especies que habitan en regiones montañosas tropicales, podrían evitarse si se tuviera éxito en la reducción de emisiones globales de CO2 para 2080. Y como solución inmediata, los investigadores proponen “multiplicar la zonas de sombra y los puntos de agua”.