09 febrero 2017

Desprendimiento de grieta creará el mayor iceberg jamás visto


"Es probable que el iceberg se libere en los próximos meses", dijo Adrian J. Luckman de la Universidad de Swansea en Gales, según el New York Times. Luckman es uno de los investigadores principales del Proyecto Midas.

Una grieta que avanza rápidamente en la cuarta plataforma de hielo de la Antártida que se está acercando a una ruptura total ha preocupado a los científicos. Desde diciembre, la grieta ha venido creciendo la longitud de unos cinco campos de fútbol cada día.

La grieta en Larsen C, la cuarta plataforma de hielo más grande de la Antártida con unos 50.000 kilómetros cuadrados, ahora alcanza más de 160 kilómetros de longitud y está actualmente a solo 32 de llegar al otro extremo de la plataforma de hielo.

Una vez que la grieta atraviese toda la plataforma, la ruptura creará uno de los icebergs más grandes jamás registrados, según el Proyecto Midas, un equipo de investigación que ha estado monitoreando la grieta desde 2014.


Si la plataforma de hielo se rompe en la grieta, Larsen C estará en su tamaño más pequeño jamás registrado.

Esto también dejaría al borde mucho más cerca del arco compresivo de la plataforma de hielo, una línea que los científicos dicen que es crítica para su apoyo estructural. Si la parte delantera retrocede más allá de esa línea, la parte más septentrional de la plataforma podría derrumbarse en cuestión de meses. También podría cambiar significativamente el paisaje de la península antártica.

Según Eric J. Rignot, glaciólogo y científico principal del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, el colapso de Larsen C añadiría sólo una pequeña cantidad de agua al nivel global del mar. De mayor preocupación para los científicos es cómo el colapso de las plataformas de hielo puede afectar a los glaciares que fluyen detrás de ella, porque el derretimiento de los glaciares puede causar niveles mucho más altos de aumento del océano.

Los científicos ven el colapso inminente de Larsen C como una advertencia de que cantidades mucho mayores de hielo en la Antártida Occidental podrían ser vulnerables.

04 febrero 2017

Cambio climático golpea fauna en Península Antártica


Debido al calentamiento global, el inmenso glaciar Fourcade sufre a diario desprendimientos de hielo que retumban como truenos y, tras cruzar el agua helada de la caleta que lo separa de Carlini, encallan en la playa de la base, delante de las narices de los científicos.

Más allá del frío o la ausencia de verde, el silencio es uno de los principales rasgos de la Antártida. Sin embargo, los estruendos del rompimiento de glaciares perturban cada vez más a los pobladores de la base argentina Carlini.


Frente al calentamiento promedio global menor a 1 grado, la Península Antártica es la región que más sufre el cambio climático, con un aumento de temperatura de 2,5 grados Celsius en 100 años, de acuerdo con el investigador Rodolfo Sánchez, director del Instituto Antártico Argentino (IAA).

El retroceso de los glaciares en la Península Antártica tiene graves consecuencias porque golpea a todo el ecosistema local -y finalmente global-, incluyendo especies como el elefante marino, el lobo marino, la foca y el pingüino.

El Fourcade, situado en la isla 25 de Mayo -en el norte de la Península Antártica-, retrocedió cerca de 500 metros en los últimos 25 años, dejando al desnudo oscuras porciones de piedra antes ocultas, que ahora son ocupadas por plantas o animales.

"Este retroceso glaciario en Caleta Potter -donde está el Fourcade- (...) altera la abundancia y diversidad de la fauna", explicó Sánchez arriba del buque ARA Malvinas Argentinas, en el que, tras tres horas de avión, llegó a la base para recorrer las instalaciones junto con la canciller argentina, Susana Malcorra, y periodistas.

Los "escombros" -como en Carlini llaman a los bloques de hielo- del Fourcade flotan en el mar y cubren de blanco casi toda la playa de la base argentina.

Al derretirse darán un paso más en la transformación de la flora y la fauna, ya que su agua modifica la salinidad de la caleta y arrastra sedimentos.

"El sedimento hace que haya menos penetración de la luz (en el agua) y esto afecta a las comunidades de macroalgas", dijo la bióloga Carolina Matula antes de mostrar las algas que cotidianamente llevan a su laboratorio los buzos que se sumergen en aguas con temperaturas bajo cero.

"El sedimento afecta también a los animales, en su fisiología y en su comportamiento. Solamente algunos organismos toleran esos ambientes que están perturbados", añadió.

Como consecuencia del cambio climático, científicos esperan que un inmenso iceberg se desprenda de la península tras el abrupto crecimiento de una grieta en el hielo antártico, lo que cambiaría el paisaje de la región.

Según el Servicio del Cambio Climático de Copérnico, un programa de la Unión Europea, el 2016 fue el año más caluroso del que haya registros.

¿Cambio de hábito?

Los científicos de la base Carlini, especializada en estudios sobre el cambio climático, han detectado cómo el plancton local se ve afectado por los cambios en el medio ambiente, disparando a su vez una serie de modificaciones en el resto de la cadena.

Organismos como el krill, del que se constataron amplias mortandades recientemente, son un alimento clave para los mamíferos marinos y para las aves autóctonas.

Pero el retroceso de los glaciares antárticos repercute además de otros modos sobre la fauna de la isla 25 de Mayo, también conocida como Rey Jorge.

Debido a los hábitos alimenticios y de reproducción de los elefantes marinos, que los obligan a realizar largas migraciones, el retroceso de los hielos en el oeste de la Península Antártica ha desembocado en una notoria disminución de los animales que llegan a la zona protegida cercana a la base.

"La colonia se redujo alrededor de un 30 por ciento desde 1995 a la actualidad", explicó Javier Negrete, investigador del IAA especializado en mamíferos marinos.

"No está claro si es que los animales están desapareciendo o bien se están reubicando", agregó Negrete.

Los pingüinos son otra especie que experimenta vertiginosos cambios. Especies como el emperador o el de Adelia sufren la merma del hielo marino, mientras que otras como el papúa -habituado a ambientes menos extremos- se han expandido hacia el sur de la Península Antártica.

Extrañamente, hace cinco años llegó a la región una pareja de pingüinos rey -originalmente de áreas más septentrionales- y tras varios intentos logró tener un pichón.

"Punta Stranger -en la isla 25 de Mayo- representa al día de hoy el sitio más austral en el cual se observa una pareja reproductiva de pingüino rey", destacó la bióloga Mariana Juáres, quien dijo que no está claro si esta presencia obedece a cambios poblacionales o ambientales.

Vida distinta

Con capacidad para 84 personas, Carlini es una de las 13 bases que Argentina tiene en la Antártida y es el mayor centro científico del país en el continente blanco.

La actividad de su laboratorio es clave porque ha hecho mediciones continuas a lo largo de 25 años, incluso durante los interminables inviernos en los que otras bases están cerradas.

Aunque la vida antártica es difícil, ninguno de los técnicos, científicos o militares que habitan la base -donde permanecen al menos por meses- mostró deseos de volver a Argentina.

Si las excepcionales vivencias cotidianas no alcanzan, la pizza y la música animan las noches de los sábados.

"Hay tantas experiencias todo el tiempo que uno no alcanza a extrañar. Sí extraño alimentos como los huevos o lácteos como la crema", dijo Julia Luna, una ingeniera en sistemas de 28 años que casi no vio nieve en el año que lleva en la base.

Para quienes visitan la Antártida desde hace décadas, el cambio en el clima es evidente.

"Yo empecé a venir acá en 1990. Prácticamente no llovía. Nevaba, pero no llovía. Ahora en verano llueve todo el tiempo", señaló Sánchez, el director del IAA

Aunque los cambios son evidentes, las repercusiones finales del calentamiento global en la Antártida son insospechadas.

"Los individuos que puedan se van a adaptar y los que no, darán lugar a otros. Estos cambios se encadenarán con otros cuyos alcances son difíciles de predecir", dijo el bioquímico Lucas Ruberto, jefe científico de la base.

19 noviembre 2016

¿Qué ocurre en el Ártico? La "situación extraordinaria" desconcierta a los expertos



" Pese al inicio de la noche polar, aumentan las temperaturas cercanas al Polo Norte. En el Ártico tenemos ahora una situación extraordinaria, con el récord de nivel mínimo de hielo marino", observa Daniel Swain, científico de la Universidad de California en Los Ángeles.
"Sobre la mayor parte del océano Ártico se han registrado temperaturas 20 grados por encima de lo normal, mientras que se han observado anomalías frías de aproximadamente la misma magnitud sobre el norte de Asia central", indica Jennifer Francis, especialista del Ártico en la Universidad de Rutgers, EE.UU.

La situación especialmente anómala que atraviesa el Ártico, donde algunas zonas han alcanzado temperaturas más altas de lo normal en vísperas del invierno inquieta a la comunidad científica, informa 'The Washington Post'.
En gran parte del Ártico ahora no sale el sol debido a que se encuentra sumida en la noche polar. Para esta temporada, señala el periódico, se esperaban temperaturas muy frías, mientras que el hielo marino que cubre el océano Ártico debería aumentar.
Sin embargo, este otoño las temperaturas fueron más altas de lo normal, registraándose niveles inusualmente bajos de hielo marino en el Ártico. Tras alcanzar en septiembre sus niveles más bajos, el hielo se está congelando, aunque no tan rápido como suele ser habitual. Además, según el diario, el área del Ártico que cubre el hielo es aún menor que los índices mínimos registrados en 2012.
Por segundo año consecutivo las temperaturas cercanas al Polo suben hasta niveles increíblemente cálidos, recuerda 'The Washington Post'.
Los expertos están desconcertados

Algunos especialistas del clima y del Ártico comparten su asombro ante esta situación en Twitter."Hoy la temperatura media en el Ártico continúa moviéndose en la dirección equivocada… hacia arriba. ¡Que pico más anómalo!", escribió Zack Labe, estudiante de doctorado en la Universidad de California en Irvine.
Entonces, ¿qué está pasando?

Según Jennifer Francis, esta anomalía térmica se debe a "la combinación de una extensión de hielo marino que supone un récord para esta época del año -probablemente un hielo muy delgado- y una gran cantidad de aire cálido y húmedo de latitudes más bajas que está siendo impulsado hacia el norte por una corriente en chorro muy ondulada". Según él, este "comportamiento extremo" del Ártico podría prolongarse por bastante tiempo.
Por su parte, Mark Serreze, director del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo en Boulder (EE.UU.), advierte que no solo las temperaturas de aire son inusualmente cálidas, sino también la temperatura del agua.
A su juicio, el fenómeno radica en un "océano subyacente muy caliente" debido a la falta de extensión de hielo en la superficie. Por otra parte, las curvas en la corriente en chorro han permitido que el aire caliente fluya hacia el norte y que el frío aire del Ártico descienda sobre Siberia.

15 noviembre 2016

Ban Ki-moon espera que Trump entienda “la gravedad” del cambio climático

Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, espera que Donald Trump entienda "la urgencia" y la "gravedad" del cambio climático y de la lucha contra este fenómeno. El responsable de la ONU se ha referido así a las dudas que se han abierto en la lucha contra el calentamiento global tras la victoria del republicano en las elecciones de EE UU. Trump se ha mostrado escéptico con este fenómeno y ha amenazado con retirar a su país del Acuerdo de París. Ban Ki-moon ha recordado que el pacto ha sido ratificado ya por 109 países y que ha entrado en vigor "en un tiempo récord".

Ban Ki-moon se ha pronunciado así en la Cumbe del Clima que se celebra en Marrakech. En esta cita intervendrán este martes alrededor de 70 jefes de Estado y presidentes. Un año después de alcanzarse en la capital francesa el Acuerdo de París de lucha contra el calentamiento global, no se esperaban grandes sobresaltos en esta cumbre, que se cerrará el viernes. Pero la victoria del republicano Trump, escéptico sobre la influencia humana en el cambio climático, ha hecho que la inquietud se instale entre los representantes de las cerca de 200 naciones que se reúnen en la ciudad marroquí. Estados Unidos es el segundo país del mundo que más CO2 emite a la atmósfera; acumula alrededor del 15% de las emisiones relacionadas con los combustibles fósiles y la industria.

Trump, que ha llegado a calificar de cuento el cambio climático, ha prometido que sacará a su país del Acuerdo de París, que la Administración de Barack Obama ratificó en septiembre junto a China, el primer emisor de gases de efecto invernadero. La alianza de EE UU y China en la lucha contra el cambio climático ha sido fundamental en los últimos años para que se cerrara en París el primer pacto climático, que obliga a todos sus firmantes a acometer recortes en sus emisiones de gases de efecto invernadero a partir de 2020.

Al margen de lo que pueda hacer Trump, Ban Ki-moon ha recordado este martes que los Estados y ciudades que forman parte de EE UU también desarrollan políticas contra el cambio climático y pueden contribuir a mitigar este problema.
El secretario general de la ONU ha señalado que, tras la victoria del republicano la semana pasada, mantuvo una conversación con él. "Soy optimista sobre los esfuerzos contra el cambio climático", ha añadido. Sin embargo, preguntado directamente sobre si cree que Trump sacará a EE UU del pacto de París, ha contestado: "Solo puedo hablar por mí". En todo caso, Ban Ki-moon se ha mostrado esperanzado en que el republicado llegue a entender la "urgencia" y la "gravedad" de la acción contra el calentamiento global. "Estoy convencido de que, como presidente, escuchará" los argumentos que se le presenten, ha apuntado el secretario general de la ONU. 

Financiación

Trump también ha asegurado que su intención es frenar la participación económica de EE UU en los programas de calentamiento global de ONU. El compromiso de EE UU hasta ahora eran 3.000 millones de dólares en 2020, de los que 500 ya han sido depositados. Ese dinero se destinaría para ayudas a los países más pobres y expuestos frente al cambio climático. Un informe presentado el lunes en la Cumbre del Clima por el Banco Mundial alertaba de que, al año, los fenómenos extremos de la naturaleza hacen que 26 millones de personas caigan en la pobreza extrema (que sobrevivan con menos de 1,9 dólares al día).
Un gran número de los jefes de Estado que han acudido a la cumbre de este año son de países africanos, que veían en esta cita una oportunidad para reclamar fondos para luchar contra el cambio climático y para poder construir infraestructuras energéticas.  
Está prevista la participación este martes en la cumbre de John Kerry, el todavía secretario de Estado de EE UU y uno de los artífices del Acuerdo de París. El enviado especial de Estados Unidos para el Clima, Jonathan Pershing (que pertenece a la Administración de Obama), ha confiado este martes en que el pacto contra el calentamiento pueda sobrevivir al mandato de  Trump.

09 noviembre 2016

Descubren un fenómeno inesperado que reposa a 15 kilómetros bajo un volcán andino


Un enorme lago que se encuentra a una profundidad de 15 kilómetros debajo del volcán andino de Uturuncu, en Bolivia, ha sido hallado por científicos de la Universidad de Bristol, informa la revista 'New Scientist'.

Jon Blundy y sus colegas realizaron este descubrimiento estudiando una enorme "anomalía" a 15 kilómetros debajo del volcán Uturuncu, actualmente inactivo, en los Andes bolivianos. Un estudio ha demostrado que la anomalía, llamada 'cuerpo de magma Altiplano-Puna', ralentiza las ondas sísmicas y conduce la electricidad, contrariamente al magma que la rodea.
El equipo de Blundy tomó muestras de rocas que fueron 'escupidas' por una erupción del Uturuncu de hace unos 500.000 años y las mezclaron con cantidades variadas de agua, y después las sometieron en laboratorio a las condiciones que imitan las de la anomalía. Estas incluyeron presiones 30.000 veces mayores que la presión atmosférica y temperaturas de hasta 1.500°C. "Hemos reproducido las condiciones de profundidad en la tierra en el laboratorio", explicó Blundy.
Durante el experimento los científicos han descubierto que la conductividad de una cierta cantidad del agua corresponde exactamente a la de la anomalía.
Según los investigadores, bajo el volcán se encuentra un volumen de agua correspondiente a uno de los lagos más grandes del mundo.

27 mayo 2015

Los Glaciares fatales del Perú

  Lima El Pais.com

No fueron uno ni dos aluviones los que asolaron el departamento de Ancash, en el norte de Perú, en el siglo XX. Fueron por lo menos cinco, importantes, que provocaron cientos de muertos. En algún caso fueron miles, como ocurrió en la ciudad de Yungay la tarde del 31 de mayo de 1970, hace 45 años, cuando millones de metros cúbicos de hielo provenientes del Huascarán, el monte más alto del Perú (6.768 metros) se desprendieron a raíz de un terremoto de 7,7 grados de magnitud.

El saldo fatal fue de cerca de 15.000 víctimas mortales que se sumaron a otras 50.000 más causadas por el mismo sismo, que devastó numerosos pueblos, ciudades y carreteras. Mark Carey, profesor de Historia de la Universidad de Oregón, norteamericano de origen, se ha internado por esta tormentosa ruta glaciar para, además de hacer su tesis doctoral, producir el libro Glaciares, cambio climático y desastres naturales, una obra que deshiela el pasado y el futuro.

Un aluvión de aluviones

También el presente, por supuesto, porque persiste la amenaza de una avalancha de origen glaciar en este país, que ha sufrido la mayoría de desastres de este tipo en todo el planeta. La saga que explora Carey comienza con el aluvión de Huaraz (capital del departamento) en 1941, que produce más de 4.000 muertos; sigue con el de Chavín, que acaba con la vida de unas 500 personas, y continúa con el de Los Cedros, que mata a por lo menos 200.
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Las mayores tragedias, sin embargo, ocurren en la década de los sesenta. En 1962, Ranrahirca, una ciudad ubicada al pie del Huascarán, como Yungay, es arrasada por un aluvión causado por un inmenso bloque de hielo desprendido del nevado, que baja devorando campos, pueblos y vidas. Sólo ocho años después llega la hecatombe de 1970, que en su momento remeció a Ancash, al Perú, a todo Sudamérica. Al mundo entero porque fue una de las fatalidades sísmicas más grandes.
Nevado Pirámide de Garcilaso (5.885 metros). Su belleza es arrobadora, pero, como otras montañas, abriga un riesgo para las poblaciones vecinas
Nevado Pirámide de Garcilaso (5.885 metros). Su belleza es arrobadora, pero, como otras montañas, abriga un riesgo para las poblaciones vecinas. / Ernesto Benavides
¿Qué ocasiona esto, qué mantiene la amenaza latente y qué descubre Carey? En este territorio, hermoso como pocos, denominado por algunos como "la Suiza peruana" por su parecido con el país alpino, existen una cadena nevada denominada, por visibles y hermosas razones paisajísticas, Cordillera Blanca. Podría decirse que, incluso, tiene un parecido con Nepal, esa nación hoy agobiada por dos sismos y que también ha sufrido avalanchas en el Himalaya.
Son cerca de 600 glaciares distribuidos a lo largo de unos 200 kilómetros, varios de ellos de más 6.000 metros de altura, y que hacen vecindad con el Callejón de Huaylas, un valle verde y deslumbrante que yace a los pies de este conjunto de montañas, que Carey en una parte llama "el hielo asesino de los Andes". No es para menos, por lo ya descrito y por registros históricos a los cuales el autor se asoma, que hablan de tragedias similares ocurridas en los siglos anteriores.

La glaciología pionera

Como en otras zonas del mundo, el retroceso glaciar avanza en la Cordillera Blanca. El cambio climático lo agudiza y puede aumentar el riesgo de desastres.
Como en otras zonas del mundo, el retroceso glaciar avanza en la Cordillera Blanca. El cambio climático lo agudiza y puede aumentar el riesgo de desastres. / Ernesto Benavides
Esa combinación de presencia sobrecogedora y poblaciones vulnerables —debido a que, tras la Conquista, se asentaron en lugares donde el hombre prehispánico no lo hizo— ha resultado literalmente mortal desde el siglo XX, antes y hasta la actualidad. En los últimos años, como bien se desprende de las rigurosas líneas de Carey, un germinal pero incipiente cambio climático fue, lenta pero terriblemente, estimulando las tragedias de origen glaciar.
A pesar de de establecer con precisión las coordenadas científicas de estos fenómenos, el autor va más allá porque justamente busca otra cosa: establecer cómo cambió la sociedad ancashina por estos dramáticos hechos, cómo se relacionó con el Estado y cómo se generó, por las desoladoras consecuencias de los aluviones, una generación de científicos peruanos, de glaciólogos, que fue realmente pionera en el estudio de los hielos a nivel mundial.
Lo que hace Carey es Historia Ambiental con mayúsculas, una disciplina que recién crece al ritmo del cambio climático y otras señales del ambiente que invitan a revisar nuestro devenir en la Tierra con ojos más inclusivos. En el caso de las tragedias ancashinas, percibe el surgimiento de ese núcleo profesional, que se especializa en el tema a causa de las desgracias y que terminan “actuando como intermediario entre el gobierno nacional y el Callejón de Huaylas”.
Laguna Parón, la más grande de la Cordillera Blanca. Varias veces ha estado a punto de desbordarse y provocar un desatre de enormes proporciones.
Laguna Parón, la más grande de la Cordillera Blanca. Varias veces ha estado a punto de desbordarse y provocar un desatre de enormes proporciones. / Ernesto Benavides
En ese viaje siguieron ocurriendo los aluviones de origen glaciar, pero la glaciología peruana hizo un aporte desde la periferia al centro, como bien apuntó en la presentación del libro el historiador Jorge Lossio. A la vez, también ocurrieron hechos penosos, como la resistencia de algunos estratos sociales a la reconfiguración de la ciudad de Huaraz, tras el aluvión de 1941, una pequeña y penosa historia que el autor del libro relata con cierto minucioso detalle.
“El aluvión erosionó los indicadores de esta distinción social”, sostiene Carey al describir esas resistencias, que incluso hicieron que muchas personas insistieron en ponerse en el mismo cono aluviónico, con lo que aumentaban su propia vulnerabilidad. Simultáneamente, aparecerían en el escenario los turistas, las empresas que edifican hidroeléctricas y otros actores que van configurando lo que en el mundo académico contemporáneo se llama economía del desastre.

La privatización de los glaciares

Se produjo una trágica falta de visión de parte de algunas autoridades y pobladores, que trataba de ser contenida por los glaciólogos, que hasta proponían traslados. No siempre fueron escuchados y tuvieron que convenir en hacer drenaje de lagunas, algo que sirvió para evitar algunas desgracias pero no pudo evitar otras. Ya en los noventa, Carey registra la impronta de la nueva economía, de la globalización y la apertura de mercados aterrizando sobre los hielos tropicales.
El hielo de estas montañas inmensas suele agrietarse por las lluvias, por los sismos o por el cambio climático. Entonces crece el peligro de las avalanchas. / Ernesto Benavides
Lo llama "la neoliberalización de los glaciares" y es un tiempo en el cual las grandes empresas pisan fuerte en los glaciares ancashinos, sobre todo la norteamericana Duke Energy, que insiste en represar algunas de las cerca de 400 lagunas de origen glaciar que, como consecuencia de los deshielos, existen en la zona. El súmmum de esta deriva es el cierre de la Unidad de Glaciología y Recursos Hidrológicos en tiempos del presidente Alberto Fujimori (1990-2000) que, al son de la privatización, llegó al extremo de desproteger a la población cerrando esa entidad.
Dicha instancia era heredera de otras anteriores (Comisión de Lagunas, Corporación del Santa, por el río que recorre el Callejón y otras), y ya había incurrido en la tentación de pensar más en la generación de energía que en el riesgo potencial de desastres para los pobladores de Ancash. Pero los tiempos fujimoristas, tan llenos de corrupción y desatado ultraliberalismo, parecen haber sido los peores, pues “significaron mayor vulnerabilidad ante las amenazas glaciares”.
En su navegación por esta cordillera nevada, Carey se encuentra además con una falsa alarma emitida por la NASA en el 2003, en torno a una laguna denominada Palcacocha, ubicada al pie del nevado Cupi. Revuelo, desesperación, a partir de una "grieta ominosa en el hielo", que no fue tal, como luego demostraron los glaciólogos peruanos. En los hechos, la ciencia "de la periferia" le enmendaba la plana a un organismo de ese nivel, que no supo diferenciar el hielo de la roca.

La amenaza latente

Las lagunas glaciares han sido drenadas por años, para evitar desastres. Pero en los últimos años se ha puesto en valor su potencial hidroeléctrico.
Las lagunas glaciares han sido drenadas por años, para evitar desastres. Pero en los últimos años se ha puesto en valor su potencial hidroeléctrico. / Ernesto Benavides
Al momento de escribir estas líneas, la Unidad de Glaciología en Ancash vive otra vez, ya que fue restablecida en el gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006). Duke Energy sigue allí, como propietaria de la Hidroeléctrica del Cañón del Pato, y las inmensas montañas aún muestran su manto blanco. No obstante, en los últimos años el cambio climático ha ido derritiendo parte del paisaje y las esperanzas de este lugar, uno de los más hermosos y espectaculares de la Tierra.
Se estima que, desde 1970, los glaciares de la Cordillera Blanca han retrocedido al menos en un 30%. Uno se para en la ciudad de Huaraz y ya no se ve tanta nieve en las montañas circundantes, como cuando ocurrió el destructor aluvión en 1941. Aún así, o precisamente por eso, por el derretimiento de los hielos supuestamente eternos de los Andes, la peligrosa amenaza persiste y esta historia de Carey lo cuenta, lo advierte. Lo registra con rigor y emoción.

28 enero 2015

¿Qué consecuencias tendria que Tierra subiera dos grados su temperatura ?

Se sabe que la humanidad lucha para que la temperatura promedio global no suba más de 2 grados. Pero ya con un aumento de 1,5 promedio habría estragos, aseguró una investigación en la que participaron científicos del instituto Postdam Climate Impact Research y Climate Analytics. Oriente Próximo y el norte de África, por ejemplo, tendrían cada vez menos agua disponible. Asia verían inundaciones aún más agresivas, y países de Europa oriental, como Rusia, perderían sus bosques.
Para América Latina y el Caribe, las cosas podrían ser devastadoras, principalmente para la productividad agrícola, el régimen hidrológico y la biodiversidad. Las zonas secas serían más secas, y las húmedas, más húmedas. Solamente en Brasil, con dos grados de aumento en la temperatura, las cosechas de soja podrían bajar en un 70%. Si la temperatura llega a crecer entre 2 y 4 grados, todos los glaciares de los Andes, ya disminuidos, terminarían por desaparecer, lo que traería mayores riesgos de inundaciones y escasez de agua dulce para capitales como Quito, Lima, Santiago y La Paz, cuyos abastecimientos dependen precisamente del hielo de esas montañas. De paso, los páramos (ecosistema tropical de montaña) sufrirían deterioros irreparables.

 Si subiera entre 2 y 4 grados los glaciales andinos desaparecerían y el potencial pesquero disminuiría, entre otros cambios que alterarían de forma radical la vida.

La temperatura en ellos sería cada vez mayor, lo que perjudicaría a su flora especializada en la retención de agua y, de paso, el saneamiento de ciudades. El Banco Mundial advierte que al subir la temperatura promedio, el potencial pesquero disminuiría en 50%, porque los peces migrarían a aguas cada vez más cálidas y corrosivas (acidificación), con lo que se abriría una nueva grieta en la ya averiada seguridad alimentaria del continente. Con 1,5 a 2,0 grados centígrados de aumento promedio en América Latina y el Caribe sobrevivirían solo 10 % de los arrecifes de coral, habría mayores riesgos de erosión costera y aludes y crecerían los riesgos de hambruna para indígenas en zonas remotas. Con 4 grados centígrados de aumento promedio las lluvias descenderían entre un 20 y un 50 por ciento en el norte de América del Sur y el Caribe, la selva del Amazonas podría convertirse en una fuente de carbono; habría extinción de especies y desaparición de medios de subsistencia tradicionales; mayores riesgos asociados a fenómenos del Niño y ciclones tropicales, al tiempo que un aumento del nivel del mar entre 38 y 114 centímetros para algunas ciudades costeras como Valparaíso (Chile) y Recife (Brasil). Un riesgo de pérdida de terrenos por inundaciones, debido a un mar cada vez más agresivo, se ha pronosticado para Cartagena, Tumaco, las islas de San Andrés, Providencia, Gorgona y los archipiélagos de Nuestra Señora del Rosario, San Bernardo, isla Fuerte y Tortuguilla. Hay soluciones Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial, sugiere un cambio tecnológico que baje el uso de combustibles fósiles, así como una transformación de conducta considerable que se enfoque en una reducción del consumo. “Necesitamos decisiones de política inteligentes, transporte público no contaminante y eficiencia energética en fábricas que no nieguen ni retrasen el crecimiento, pero que ofrezcan beneficios climáticos”, dice Jim Yong. Mantener el calentamiento promedio de la Tierra por debajo de los 2 grados y reducirlo a 1,5 para 2100 es técnica y económicamente posible, pero requiere una estricta mitigación a corto plazo, concluye el análisis.