Por 18 minutos la actriz Angelina Jolie ha permanecido inmóvil mientras decenas de abejas le cubrían el rostro sin sufrir ni una picadura. El truco: no se duchó ni utilizó ninguna crema durante tres días. Lo importante fue el mensaje: las abejas son fundamentales para el planeta. Muchas veces se pierde de vista que “gran parte de los alimentos dependen o se ven favorecidas” por la polinización de las abejas y se olvidan de algo que es importante recordar este Día Mundial del Medio Ambiente: las abejas están en agonía.
Pero tienen quienes las defiendan a pesar de que ellos no se han salvado de algunas picaduras en varias décadas de estudio y trabajo: Karina Antúnez, responsable del Laboratorio de Microbiología y Salud de las Abejas del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE) y Enrique Nogueira, docente encargado del Área Apicultura de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de la República, llevan adelante distintos proyectos de investigación que apuntan a mejorar su estado sanitario y su labor productivo; en definitiva, a que sigan vivas.
Pero por qué estos insectos la están pasando mal? Hay varias razones. Una de ellas es la extensión de los monocultivos. En el recorrido kilométrico que hacen las abejas en busca de alimento van a encontrar solo un tipo de polen y, por lo tanto, no van a conseguir todos los requerimientos nutricionales necesarios para su desarrollo. Lo ideal es que las abejas consuman polen de diferentes flores porque así balancean las proteínas y, según explicó Nogueira a El País, “le dan más valor biológico a su dieta”. Alimentarse solamente de una flor les provoca desnutrición.