16 noviembre 2009

Las especies exóticas avanzan en el océano a 50 kilómetros por década

Todos los datos apuntan “con aplastante evidencia” a que los océanos están sufriendo, especialmente durante este lustro, una degradación acelerada que los está llevando al “umbral del colapso”, en palabras de Carlos M. Duarte, uno de los biólogos más reconocidos en ecosistemas marinos y codirector del Primer Congreso Mundial de Biodiversidad Marina, que reúne desde ayer en Valencia a más de 500 investigadores. Duarte no ahorró adjetivos para destacar que las agresiones que soporta el medio marino conducen a una erosión global de su biodiversidad “que puede encontrar en el cambio climático su golpe de gracia que cause un deterioro catastrófico”.
Los investigadores marinos tienen un lamento recurrente: se conoce mucho más sobre Marte que sobre las profundidades del océano. Esta evidencia la emplean también para denunciar las millonarias inversiones en la carrera espacial frente a los modestos presupuestos que manejan para conocer nuevas especies en el mar, que pueden convertirse en una despensa futura para abastecer las necesidades alimentarias de la humanidad o para buscar recursos innovadores para la medicina y la industria.
Con una inversión de cien millones de euros, la tercera parte del presupuesto de una modesta misión a Marte, más de 2.000 científicos de 82 países iniciaron hace siete años la elaboración del censo de la vida marina, un proyecto que culminará en el 2010, pero del que ayer se presentaron los resultados preliminares en el Congreso Mundial de Biodiversidad Marina organizado por el CSIC y la red de excelencia europea de institutos de investigación marina MarBEF. La conclusión: el mar es mucho más rico de lo que se esperaba. Pulpos localizados de treinta millones de años localizados en la Antártida, estrellas de mar gigantescas de más de un metro de tamaño, moluscos de diez brazos, alfombras de crustáceos sobre el golfo de México o parques de esturiones son solo algunos de los ejemplos que han sorprendido a los científicos y que les han valido para constatar que los secretos que guarda el mar son mucho mayores que los que ya ha ofrecido.
Cada año se están descubriendo unas 2.000 nuevas especies, que se suman a las entre 230.000 y 250.000 ya censadas. Pero las estimaciones indican que bajo los océanos permanecen ocultas a los ojos del hombre 1.400.000 especies, según reveló el copresidente del comité organizador del congreso Carlos Duarte. «Es necesario impulsar la exploración marina», dijo el científico, que destaca la necesidad de conservar los océanos como «recurso del que tendremos que alimentarnos en el siglo XXI».
Amenazas
Pero los océanos están amenazados. A la sobreexplotación de los recursos pesqueros, la acidificación del mar o al aumento de las zonas muertas (bolsas de agua con bajos niveles de oxígeno) se suma otro peligro ya conocido, pero que los nuevos estudios presentados ayer señalan como más pernicioso aún de lo que se había pensado: el calentamiento global. El incremento de las temperaturas, que se observa de forma notable en los océanos, está provocando un aumento de las especies invasoras marinas del sur al norte a un ritmo de 50 kilómetros por década, una distancia mucho mayor que la cubierta por las especies invasoras terrestres. Este fenómeno es bien conocido en Galicia, donde los registros llevados a cabo por la Consellería de Pesca han detectado desde 1996 la existencia de al menos doce especies procedentes de zonas cálidas, en su mayoría de África. Los investigadores también están verificando el fenómeno contrario: el desplazamiento cada vez más hacia el norte de peces de aguas frías, como la sardina o la anchoa.
La situación es preocupante. «La aplastante evidencia de una aceleración de la degradación global de los océanos ha aportado el impulso para convocar a la comunidad científica en biodiversidad marina a este primer congreso mundial», subraya Carlos Duarte.
Fuente: La Voz de Galicia

La contaminación del aire mata a 2 millones de personas cada año según la OMS

Aproximadamente la mitad de la población mundial vive en grandes ciudades que día a día crecen y se expanden, y generan unos niveles de contaminación que causan la muerte prematura de más de dos millones de personas cada año, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por eso, el lema del Día Meteorológico Mundial que se celebra hoy es “El tiempo, el clima y el aire que respiramos”, porque la calidad del aire que respiramos es decisiva para la salud humana pero también para cuestiones tan importantes como el clima, los cultivos, los desastres naturales o el cambio climático.
Desde hace cincuenta y nueve años, cada 23 de marzo la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y la comunidad meteorológica global celebran este día que sirve para aumentar la colaboración internacional, atenuar los desastres naturales y prevenir las enfermedades y daños a la salud o el medio ambiente relacionados con las condiciones atmosféricas.

Durante siglos, los humanos lograron adaptarse bastante bien a las repercusiones del tiempo y el clima al adecuar la vivienda, la producción alimentaria, el suministro de energía y los medios de vida a las condiciones climáticas y medioambientales.
Sin embargo, en los últimos decenios, cuestiones como el crecimiento demográfico, la mayor demanda energética o el desarrollo industrial han generado una emisión de gases y partículas en tal cantidad que afectan a la salud humana y provocan asma, cáncer de pulmón, y enfermedades cardíacas, entre otras muchas afecciones.
Junto al daño a la salud humana, la mala calidad del aire afecta también a la economía mundial, la seguridad alimentaria, los recursos hídricos y el desarrollo sostenible (al dañar plantas, cultivos y ecosistemas).
Por todo ello, desde los años cincuenta, la OMM trabaja en la coordinación de las observaciones y análisis de la composición atmosférica para medir el grado de gases de efecto invernadero, aerosoles y ozono que contaminan el aire y afectan al clima.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), copatrocinado por la OMM, autor del Cuarto Informe de Evaluación que recibió el Premio Nobel de la Paz en 2007, llegó a la conclusión de que el cambio climático es indiscutible y muy probablemente se debe al aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero provocados por el hombre.
El IPCC también previó un aumento de la frecuencia e intensidad de las inundaciones, sequías y otros fenómenos meteorológicos y climáticos extremos como consecuencia de los cambios en el clima, en particular las olas de calor que pueden tener efectos perjudiciales para la salud humana, acentuar la contaminación y propagar los incendios forestales y la deforestación.
Prevenir y luchar contra todos estos agentes agresores es la labor del OMM que, desde su creación en la década de los cincuenta, ha coordinado las observaciones y análisis de la composición atmosférica que han contribuido a comprender el cambio de la composición química del aire y constituyen la base científica de las predicciones sobre los efectos del clima y sus repercusiones.
Fuente: Informativos TeleCinco

Corales y crustáceos, amenazados por la mayor acidez del agua a causa del CO2

ESPAÑA CAMBIO CLIMÁTICOLa supervivencia de los arrecifes de coral y de numerosas especies marinas, como los crustáceos, está gravemente amenazada debido al aumento de la acidez del agua de los océanos provocada por el incremento de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), responsables del cambio climático.
Esta es una de las conclusiones del informe de la organización conservacionista Oceana “Acidificación: ¿Cómo afecta el CO2 a los océanos?”, que advierte de que si las emisiones de CO2 siguen creciendo al ritmo actual, el PH oceánico caerá al nivel más bajo en los últimos 20 millones de años y se produciría una extinción masiva de corales.
Los océanos actúan como importantes sumideros de gases efecto invernadero, reduciendo la concentración de CO2 en la atmósfera y ejerciendo de esta forma un importante papel atenuador de los impactos asociados al cambio climático.
Sin embargo, este efecto amortiguador tiene graves consecuencias para los ecosistemas y la biodiversidad de los océanos, según la ONG.
Desde los comienzos de la época industrial, los océanos han absorbido el 30 por ciento de las emisiones de CO2 y el 80 por ciento del calor generado por los gases de efecto invernadero.
Este hecho, unido a un continuo y rápido crecimiento en las emisiones de CO2 de origen humano -proveniente principalmente de la quema de combustibles fósiles- ha empezado a alterar seriamente la química oceánica.
La continua absorción de dióxido de carbono provoca un descenso importante del PH marino, es decir, las aguas se vuelven cada vez más ácidas.
La acidificación dificulta y, en casos extremos, impide por completo la formación de estructuras de carbonato cálcico por parte de organismos marinos como crustáceos, moluscos y corales, que necesitan de este componente para la formación de sus conchas y esqueletos externos.
El informe destaca que muchos de estos organismos son la base de las cadenas alimentarias de miles de especies, por lo que su desaparición supone una gran amenaza tanto para los ecosistemas como para todas aquellas poblaciones que dependen de alguna forma de dichos ecosistemas.
Así, un cuarto de las especies marinas existentes, es decir, nueve millones, dependen de los arrecifes de coral para su reproducción o alimentación.
En la atmósfera hay actualmente 385 partes de CO2 por millón y el punto de no retorno para los corales y otros organismos es de 450 partes por millón, lo que, según Oceana, exige reducir las emisiones entre un 25 y un 40 por ciento respecto a los niveles de 1990 para el año 2020 y en un 80-95% en 2050.
Fuente: ADN

13 noviembre 2009

El Cambio Climático podría afectar a 175 millones de niños al año durante la próxima década

Save the Children aprovechó la cumbre sobre el clima de las Naciones Unidas, celebrada en Barcelona, para presentar su informe “Viviendo el calentamiento global: supervivencia infantil en un clima cambiante”, en el que alerta de que el cambio climático es la mayor amenaza para la salud de los niños en el siglo XXI. Según la ONG, 175 millones de menores al año se verán afectados por el incremento de los desastres naturales (inundaciones, ciclones, sequías, etc.) en la próxima década.
Estos desastres naturales “se combinarán con un incremento de la malnutrición y de enfermedades que ya provocan las mayores tasas de mortalidad infantil”, como la malaria y la diarrea.

Se estima que la diarrea, que acaba con la vida de un millón de niños cada año, “se incrementará en un 10% hasta 2020 a causa de cambio climático”. La malnutrición, que afecta a 178 millones menores y provoca 3,2 millones de muertes infantiles cada año, “afectará a 25 millones de niños en 2050″. Y la malaria, responsable de que un millón de niños pierda la vida cada año, “afectará 320 millones más de personas en 2080″, señala Save the Children.
Por todo esto, la ONG pidió a los líderes mundiales que se “comprometan a firmar un acuerdo ambicioso sobre cambio climático en las negociaciones del clima de Copenhague, que ayude a los niños con menos recursos a soportar sus efectos”.
“Actualmente los niños ya mueren a causa del cambio climático y sin una acción urgente estas muertes se incrementarán”, declaró Rudolph von Bernuth, director de Emergencias de Save the Children. “Casi nueve millones de niños y niñas pierden la vida cada año antes de su quinto cumpleaños a causa de enfermedades como la diarrea o la neumonía. El cambio climático empeorará estas amenazas”, afirmó von Bernuth, que urgió que “si no se actúa, el cambio climático se convertirá en un lento naufragio con los niños y niñas del mundo a bordo”.
El informe de Save the Children señala cómo las familias de las comunidades más pobres serán las más afectadas, ya que el cambio climático reduce su acceso a agua potable y su capacidad de cultivar alimentos nutritivos, incrementa el precio de los alimentos y permite que se propaguen los mosquitos portadores de la malaria.
Responsabilidad de las naciones ricas
Por su parte, el director de Save the Children España, Alberto Soteres, dijo que “los niños y niñas de los países en desarrollo no son responsables del cambio climático y si embargo son los más afectados”. Por ello, “es responsabilidad de las naciones ricas, que han estado emitiendo gases de efecto invernadero durante siglos, ayudar a las comunidades con menos recursos a adaptarse a los efectos del cambio climático”, reclamó Soteres.
“Viviendo el Calentamiento Global” hace también un llamamiento a los gobiernos para que fortalezcan sus sistemas de de sanidad, agua y saneamiento en los países más pobres para que puedan afrontar los efectos del cambio climático. Además, los países en desarrollo deben diseñar planes para adaptarse a esta difícil situación que tengan en cuenta las necesidades específicas de los niños.
Fuente: www.consumer.es

10 noviembre 2009

No firmar un acuerdo en Copenhague es firmar la sentencia del Planeta

A contados días de que la última ronda de conversaciones sobre el cambio climático se lleve a cabo en Barcelona, (previa a la determinante cumbre de diciembre en Dinamarca), representantes de países industrializados declaran tener pocas intenciones de firmar un acuerdo inmediato que contribuya al futuro del planeta.
Diciembre se avecina, y en él, la más importante cumbre sobre cambio climático, se realizará en Dinamarca.
El objetivo de llegar a dicho evento con  propuestas claras y ambiciosas que se conviertan en un acuerdo mundial para mitigar las consecuencias del fenómeno del clima, tiene un obstáculo en la manifestación de algunos políticos de países industrializados que sostienen la idea de no firmar un acuerdo este año, sino postergarlo a una fecha indefinida.
WWF,la organización conservacionista mundial, cree que dichas manifestaciones podrían desencadenar un efecto dominó, y propiciar que representantes de otros países adopten una postura similar, rebajen sus intenciones y nivel de compromiso con el planeta.
“Kim Carstensen, Director de la Iniciativa Global del Clima de WWF, declara: “Es urgente firmar un tratado vinculante y ambicioso. De lo contrario, seremos recordados como la generación que se gastó millones de dólares en tarjetas de crédito, explotó sin límite los recursos naturales y no actuó para solucionar el problema más importante de nuestro tiempo. Estoy seguro de que ninguno de nuestro gobernantes quiere ser recordado de este modo”.
“…Hacemos un llamamiento a los delegados para que terminen con los rumores sobre retrasar el acuerdo. Tienen que mostrar su intención de llegar a una postura común en los puntos fundamentales”. Y puntualiza: “Tras meses de conversaciones y negociaciones, los políticos ahora no pueden restarle credibilidad ni formalidad a las reuniones’. El director continúa: “Gran parte del  discurso político y económico actual se ha construido en torno a la Cumbre de Copenhague, por tanto el mundo confía y espera que los líderes muestren el valor y compromiso necesarios para cerrar el acuerdo en esta ciudad. Cualquier tipo de retraso es extremadamente peligroso, porque resta la presión necesaria para que avancen estas negociaciones internacionales”.
WWF también reclama que EEUU y el resto de países económicamente poderosos deben estar a la altura de su papel e inspirar al resto del mundo con límites ambiciosos de reducción de los gases de efecto invernadero, así como adoptar unos fuertes compromisos financieros.
Desistir de firmar este año un tratado entorno al tema, es firmar nuestra propia sentencia. Los líderes que no lo tengan como prioridad dentro de su agenda política serán los directos responsables del caos climático, debilitarán la confianza depositada en ellos como representantes del planeta, y debilitarán también la credibilidad en la autoridad ejercida por las instituciones públicas.

05 noviembre 2009

El cambio climático es una emergencia global para los niños

Niños africanos con malaria, una de las enfermedades que se prevee incrementará | A. McConnellNiños africanos con malaria, una de las enfermedades que se prevee incrementará | A. McConnell
  • El cambio climático agravará las principales causas de mortalidad infantil
Según señala la ONG de infancia Save The Children, el cambio climático es la mayor amenaza para la salud de los niños en el siglo XXI y representa una emergencia global inmediata.
"Los niños y niñas de los países en desarrollo no son responsables del cambio climático y si embargo son los más afectados declaró Alberto Soteres", Director de Save the Children España.
La organización denuncia que cerca de 200 millones de niños al año se verán afectados por el incremento de los desastres naturales en la próxima década. Desastres tales como inundaciones, ciclones y sequías afectarán más a los niños a medida que se incrementan a causa del cambio climático. Estos desastres naturales, se combinarán con un incremento de la malnutrición y de enfermedades que ya provocan las mayores tasas de mortalidad infantil.
En el lanzamiento de su nuevo informe 'Viviendo el calentamiento global: supervivencia infantil en un clima cambiante', la organización internacional de infancia pidió a los líderes mundiales que se comprometan a firmar un acuerdo sobre cambio climático en las negociaciones del clima de Copenhague, que ayude a los pequeños con menos recursos a soportar los efectos del calentamiento global.
Según este informe, el cambio climático triplicará el número de personas afectadas por desastres naturales en los próximos 20 años, con desastres naturales más frecuentes y violentos causados por éste.
Además, el proyecto advierte de que el cambio climático agravará las principales causas de mortalidad infantil incluyendo la malnutrición, la malaria y sobre todo la diarrea. Se estima que la diarrea, que acaba con la vida de un millón de niños cada año, se incrementará en un 10% hasta 2020 a causa de cambio climático. La malnutrición, que actualmente afecta a 178 millones de niños y provoca 3,2 millones de muertes infantiles cada año, afectará a 25 millones de niños en 2050. Y la malaria, responsable de que un millón de niños pierda la vida cada año, afectará 320 millones más de personas en 2080.

Los más pobres, los más afectados

El informe de Save the Children señala cómo las familias más pobres de las comunidades menos desarrolladas serán las más afectadas, ya que el cambio climático reduce el acceso de las comunidades a agua potable y su capacidad de cultivar alimentos nutritivos, incrementa el precio de los alimentos y permite que se propaguen los mosquitos portadores de la malaria. Los niños y niñas de las comunidades más pobres, especialmente los menores de cinco años, serán los más afectados.
En el Este de África la actual crisis de alimentos, exacerbada por patrones erráticos del clima, está empeorando rápidamente. Hasta 20 millones de personas se ven amenazadas por hambre extrema y necesitan desesperadamente alimentos y ayuda de emergencia. En Etiopía, 6,2 millones de personas necesitan ayuda alimentaria urgente y en Kenia casi 4 millones de personas están al borde de la inanición.

03 noviembre 2009

Adiós a las nieves del Kilimanjaro

  • El hielo podría derretirse en un plazo de 13 a 24 años.
  • La causa es la temperatura más cálida del cambio climático.
  • El Kilimanjaro es una de las mayores atracciones de Tanzania.
Adiós a las nieves del Kilimanjaro
El hielo de la montaña más alta de África podría derretirse en un plazo de 13 a 24 años, destino que el Kilimanjaro comparte con otros glaciares del continente, según un estudio.
Un grupo de investigadores de Estados Unidos señalaron que los glaciares del Kilimanjaro, el volcán cubierto por nieve de Tanzania que atrae a 40.000 visitantes al año, podrían desaparecer. La montaña es un volcán cubierto de nieve que atrae a 40.000 vsitantes al año
"Hay una fuerte posibilidad de que los campos de hielo desaparezcan en una década o dos si las condiciones actuales permanecen", dice el informe, publicado por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
La investigación explica que esto se produce por las temperaturas más cálidas, provocadas por el cambio climático y a las condiciones más secas, con menos nubes que en el pasado.
"Las condiciones climatológicas que actualmente conducen a la pérdida de los hielos del Kilimanjaro son claramente únicas en una perspectiva de 11.700 años", se dice en el estudio que insise en que la montaña perdió el 26% de su cobertura de hielo entre 2000 y 2007.
A 5.896 metros de altura, el Kilimanjaro es una de las mayores atracciones turísticas de este país del este de África, ya que ofrece a los turistas una mezcla de un ambiente tropical y uno glacial en sólo cinco días de escalada.La pérdida de los glaciares tendrá un impacto negativo en e este tropical de África
Recauda unos 50 millones de dólares estimados anualmente. El turismo es la principal fuente de divisas en este país pobre, con ingresos de 1.220 millones de dólares en 2008.
"La pérdida de los glaciares tendrá un impacto negativo en el turismo del este tropical de África", comentó uno de los responsables de la investigación.
Hogar de elefantes, leopardos y búfalos, además de grandes vistas del Valle Rift, el Kilimanjaro es conocido como "el techo de África" y fue escalado por primera vez por un europeo, Hans Meyer, hace 120 años.
Aunque su cresta Kibo se eleva por encima de las nubes, puede ser alcanzado con poco más que un bastón y algunos jadeos.
"La pérdida de los glaciares es un indicador del cambio climático que ocurre en esta región, que no sólo impacta a los glaciares en la cumbre, sino a los patrones climáticos que llevan la lluvia a las laderas bajas".