12 septiembre 2009

Recalentamiento global puede acabar con el Artico

El Artico puede desaparecer si continúa el incremento de la temperatura global por la acción humana, alertó un estudio que difunde la revista Science en su edición más reciente.

La pérdida de los hielos por causa del calentamiento global, que provoca el hombre, tiene efectos nocivos sobre los ecosistemas de la región, pues muchas de las especies que dependen de la estabilidad del clima podrían correr el riesgo de desaparecer.

"Donde quiera que uno mire, en tierra firme, en el aire o en el agua, estamos viendo las señales de un rápido cambio", indicó el autor principal del estudio, Eric Post, profesor de Biología de la Universidad de Pensilvania.

Post, quien lideró una investigación internacional sobre las consecuencias del calentamiento global en la región, indicó que las focas y osos polares que paren en las cuevas bajo el hielo pierden parte de sus crías por los derrumbes que causan las prematuras lluvias de primavera.

También especies de zonas templadas como el zorro rojo desplazaron a los zorros árticos de regiones que siempre han sido más heladas, ejemplificó.

El reno del archipiélago de Svalbard se beneficia del deshielo por la mayor abundancia de alimentos, sin embargo, la población del caribú migrante de Groenlandia, disminuye al no poder adaptarse a los cambios que sufren las plantas, señaló.

Las polillas invernales -dijo el científico- acaban con un gran número de abedules, lo que también daña la actividad microbiana.

"No todas las poblaciones de una especie dada responden de la misma forma al calentamiento porque las características físicas del ambiente que interactúan con el clima pueden variar tremendamente de un punto a otro", explicó Post.

02 septiembre 2009

Cambio climático, medidas insuficientes

En su "Estudio Económico y Social Mundial 2009 - Promover el desarrollo, salvar el planeta", la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sostiene que la comunidad internacional no está respondiendo con la urgencia requerida a la inminente devastación del cambio climático, descrito como el mayor desafío humano de las próximas décadas.

Por Thalif Deen

Cuando los políticos y gobernantes reaccionaban con penosa lentitud a la crisis económica de la década de 1920, el economista británico John Maynard Keynes pronunció su famosa sentencia: "A la larga nos morimos todos". Hoy la frase adquiere un sentido mucho más ominoso, afirma la ONU a la luz de los peligros combinados de la crisis económica y ambiental que afronta el mundo.

En su "Estudio Económico y Social Mundial 2009 - Promover el desarrollo, salvar el planeta", publicado este martes, el foro mundial sostiene que la comunidad internacional no está respondiendo con la urgencia requerida a la inminente devastación del cambio climático, descrito como el mayor desafío humano de las próximas décadas.

"En un muy profundo nivel, es un peligro existencial", sostiene el documento cuya versión en inglés tiene 207 páginas, señalando estimaciones según las cuales más de 300.000 personas mueren por año a consecuencia del calentamiento global, mientras las vidas de 300 millones más están en

grave riesgo.

El nuevo informe coincide con dos acontecimientos, la cumbre de la ONU sobre cambio climático, que se celebrará el 22 de este mes en Nueva York, y las negociaciones para alcanzar un nuevo tratado internacional para afrontar el fenómeno, que culminarán en diciembre en Copenhague.

Al colocar la responsabilidad especialmente en manos de las naciones industriales, el informe sostiene que la crisis climática es resultado de un modelo desequilibrado de desarrollo económico que evolucionó en los últimos dos siglos. Se "permitió a los países ricos de hoy sostener sus actuales niveles de ingreso, en parte gracias a no responder por el daño ambiental que ahora amenaza el sustento de otros", señala el reporte.

Las acciones necesarias para mitigar el cambio climático incluyen reducir la emisión de gases de efecto invernadero, detener la deforestación, frenar la degradación de los suelos, combatir la elevación del nivel del mar, prevenir sequías e inundaciones y modificar las urbes y las edificaciones para hacerlas menos demandantes de energía.

Para hacer frente a estos desafíos, según el documento, se requiere entre 0,2 por ciento y dos por ciento del producto interno bruto del mundo, entre 180.000 millones y 1,2 billones de dólares. Pero en la mayoría de las proyecciones, los mayores gastos no se requerirían hasta 2030.

Rob Vos, director de la división de análisis y política de desarrollo del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, que publicó el informe, sostuvo que "deberíamos empezar por reconocer qué se necesita".

Ante la pregunta sobre cómo sustanciar las inversiones en el escenario de crisis financiera internacional, Vos dijo a IPS que "la crisis precisamente ha dejado en claro que es posible movilizar vastas cantidades de recursos para contrarrestar los riesgos sistémicos y que sólo los gobiernos están en condiciones de hacerlo".

El cambio climático, señaló, "es un riesgo sistémico mucho más catastrófico, y sin embargo con muchos menos recursos que los desplegados para combatir la debacle financiera podemos afrontarlo".

La ciencia ha expuesto que incluso con una reducción de entre 50 y 80 por ciento de los gases invernadero para 2050 "hay una gran probabilidad de que no podamos lograr un aumento menor a dos grados en la temperatura del planeta, que ya se considera peligrosamente alto", indicó.

A la vez, "se espera una creciente demanda de energía, si buscamos que los países pobres ganen su derecho al desarrollo", agregó. Para dar respuesta a ambos desafíos, se requiere un gran impulso de la eficiencia energética y de fuentes limpias, renovables y bajas en carbono, dijo.

"Lo que se necesita es convencer a los gobernantes de que si bien se necesitan grandes inversiones, el costo de no hacerlas será inmensamente mayor", sostuvo. Los países ricos tienen una obligación moral de apoyar a los pobres a evitar el mismo modelo de desarrollo de "contaminar primero y limpiar más tarde", indicó.

"Pero esto es solo cuestión de justicia y supervivencia. Hay una solución que puede entrañar ganancias: inversiones a gran escala en energía renovable suministrarán a los países industriales una gran cantidad de nuevos empleos y seguridad energética", dijo Vos.

Los países pobres, añadió, podrán avanzar más velozmente en una estrategia de gran desarrollo con baja liberación de carbono, que a su vez beneficiará a los países ricos también, conjurando lo peor del cambio climático.

Interrogado acerca de cuán factible ve la creación de un fondo global para energías limpias, Vos dijo a IPS que varios países están formulando propuestas para concebirlo. México y otras naciones han indicado que se necesitaría una suma de entre 300.000 millones y 600.000 millones de dólares, equivalentes a entre 0,5 por ciento y uno por ciento del producto mundial.

"Un gran fondo mundial podría iniciar el proceso... Necesitamos cambios sustanciales en nuestras economías, y especialmente en los suministros de energía, lo cual implica planes de inversión a largo plazo y que puedan sustentarse durante décadas", indicó Vos.

Además, debido a lo costosa que aún es la energía renovable, agregó, "debemos crear economías de escala para bajar costos y acelerar la adopción de esas fuentes".

25 agosto 2009

¿La isla de San Andrés bajo las aguas?

BBC Mundo, Medio Ambiente

San Andrés, Colombia

El aumento del nivel del mar contamina también las aguas subterráneas de la isla.

El 17% de San Andrés, una isla de Colombia situada en el Caribe, podría desaparecer dentro de 50 años a raíz del cambio climático.

Esto, al menos, es lo que señala un informe del gobierno colombiano que comenzó a difundirse para alertar a las autoridades costeras sobre el impacto que tendrá el cambio climático en el país.

El documento indica que si el nivel del mar sube como predicen los estudios, entre 50 y 60 centímetros dentro de cinco décadas, unos 72 municipios de todo el país se verían amenazados de forma constante por el riesgo de mareas externas y alrededor de 4.900 kilómetros cuadrados de costa baja sufrirían inundaciones permanentes.

"El país tiene que comenzar a pensar en estrategias de adaptación y el gobierno está en la obligación de alertar y tomar medidas", afirmó el vicepresidente colombiano Francisco Santos, quien desde hace dos meses recorre la costa del Caribe junto a Ricardo Lozano, director de Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (IDEAM), para identificar problemas y soluciones.

Piloto

Unas 25 familias del barrio Ciudad Paraíso participaron en la iniciativa. Se cambiaron los tejados de las casas, reemplazándolos por un sistema de canalización que recoge el agua de las precipitaciones y las lleva a los tanques ubicados en los patios

Ricardo Lozano, director del IDEAM

El aumento del nivel del mar no sólo provocará la pérdida de territorio en la isla de San Andrés, sino también, como le explicó Lozano a BBC Mundo, "la contaminación de las aguas subterráneas -que abastecen a toda la isla- con aguas salinas".

Para adaptarse a las nuevas condiciones que impone el calentamiento global y que Lozano enfatiza "ya se está sintiendo en Colombia", se ha desarrollado en la isla un proyecto piloto dirigido por el IDEAM, para aprovechar el agua de las lluvias y reducir la dependencia del agua de los acuíferos.

"Unas 25 familias del barrio Ciudad Paraíso participaron en la iniciativa", dice Lozano. "Se cambiaron los tejados de las casas, reemplazándolos por un sistema de canalización que recoge el agua de las precipitaciones" y las lleva a tanques ubicados en los patios. El agua que sobra se deriva a una cisterna comunitaria para ser utilizada en la temporada seca.

"Se trata de un proyecto pionero en la región que suministra el 40% del consumo diario de agua de las familias", le dijo Lozano a BBC Mundo.

Colombia, el país "con mayor riesgo"

Inundaciones en Colombia

El cambio climático provoca fenómenos extremos en Colombia como inundaciones o sequías.

Pero San Andrés es tan sólo uno de los muchos ejemplos del impacto climático en Colombia.

Según le dijo Lozano a BBC Mundo, ese país es uno de los que más siente la incidencia del calentamiento global en América Latina, por el aumento de la intensidad y presencia de los fenómenos climáticos extremos.

Lozano se refiere en particular a la variabilidad del clima y a los fenómenos meteorológicos extremos como La Niña o El Niño, un evento climatológico que tiene lugar cada entre tres y siete años, que se inicia cuando se calientan las aguas superficiales del Pacífico central y que afecta a todo el mundo.

clic El regreso de El Niño

"El Niño en nuestro territorio provoca la disminución de lluvias en la región andina. Esto afecta los ecosistemas de alta montaña, la economía y el abastecimiento de agua potable", aseguró Lozano.

Y aclaró que Colombia siente más fuerte los efectos del cambio climático que -por ejemplo- países como Perú, Venezuela o Ecuador, por la particular relación que se da en el país entre riesgo y vulnerabilidad.

Los eventos extremos como El Niño o la Niña se manifiesta en déficit de lluvias en la región andina, donde vive el 80% de la población colombiana

Ricardo Lozano, director del IDEAM

"Los eventos extremos como El Niño o la Niña se manifiestan en déficit de lluvias en la zona de los Andes", dice el director del IDEAM, y justamente allí y en el Caribe "vive el 80% de la población colombiana".

"Si ocurriesen donde no hay población, la amenaza sería alta pero el riesgo sería bajo", acota.

Fresa por papa

Lozano le explicó a BBC Mundo que además del proyecto en San Andrés, hay muchos otros ejemplos de adaptación al cambio climático en el país.

Entre estos proyectos destaca los trabajos de recuperación y protección de las cuencas de agua del páramo de Chingaza, un ecosistema ubicado en la Cordillera Oriental de los Andes, a una hora y media de Bogotá, "que entrega el recurso hídrico al 25% de la población de Colombia.

"En esa región", añade Lozano, "los habitantes han comenzado a cambiar sus prácticas para administrar el agua de manera más eficiente".

"Por ejemplo", comenta, "han dejado de regar de forma permanente y ahora lo hacen gota a gota, reemplazaron cultivos que necesitan mucha agua como la papa por otros que requieren menos, como la fresa o la mora. También se han plantado árboles en las cuencas degradadas o se deja que se recuperen por sí solas".

Además, añade, se han instalado en zonas de alta montaña "estaciones de meteorología y monitoreo para medir el ciclo del agua y también del carbono, tanto de su emisión como de su captura".

24 agosto 2009

El calentamiento global amenaza a agricultores pobres

Bloomberg News

Los labriegos del Africa subsahariana y países similarmente pobres son los que más tienen de perder a medida que la Tierra se calienta más, lo que pone de relieve la necesidad de abastecerlos de semillas resistentes a sequías y sistemas de irrigación más eficaces.

Un estudio del profesor danés Bjoern Lomborg mostró que las siembras deficientes pueden reducir en hasta 4 por ciento el Producto Interno Bruto (PIB) del Asia meridional para 2050, agregando que el cambio climático tendrá un impacto menor en otros sectores, como la salud y la energía.

Africa, el Medio Oriente y Asia meridional están entre las regiones que más gravemente se verán afectadas por el calentamiento global, escribieron en el informe Carlo Carraro, profesor de Economía de la Universidad de Venecia, y varios colaboradores. Ayudar a los granjeros pobres a enfrentar temperaturas que aumenten más de 1 grado centígrado o más para 2030 requeriría de una inversión de $14,000 millones.

Gastar dinero para adaptarse a los cambios en los patrones de lluvia, el aumento del nivel del mar y el aumento de las enfermedades es más económico que reducir las emisiones de dióxido de carbono y los contaminantes aéreos a que se atribuye el calentamiento global, dijo Lomborg.

``Conseguir un trato sobre la adaptación es mucho más importante que para la reducción de emisiones'', dijo Lomborg en una entrevista. ``Nos gusta escuchar de cosas espectaculares como el aumento del nivel de los mares, pero de hecho son sectores como la agricultura y el turismo en los países en vías en desarrollo los que más sufrirán''.

Negociadores de más de 180 países tratarán de llegar a un acuerdo sobre cómo reducir los gases de invernadero en conversaciones patrocinadas por la ONU en Copenhague en diciembre. Hasta el momento, los delegados no han logrado encontrar una solución para limitar el aumento de la temperatura global a 2 grados o compartir recursos y tecnología con los países en vías de desarrollo para ayudarlos a adaptarse.

Nuevas clases de granos que toleran las mayores temperaturas y requieren menos agua, mejores equipos y técnicas de irrigación, así como también educar a la población sobre formas para enfrentar las condiciones cambiantes del clima es un mejor uso de esa inversiones, expresó el informe.

El mundo necesitará gastar US$10 billones en adaptación, lo cual evitará daños climáticos por valor de $16 billones y hacer una pequeña cantidad de reducciones de dióxido de carbono, escribieron los autores.

El estudio fue preparado por el grupo de investigación danés Copenhagen Consensus Center, encabezado por Lomborg.

19 agosto 2009

Se prepara Vietnam ante cambios climáticos

Hanoi, 18 ago (PL) La temperatura aumentará en Vietnam 2,3 grados centígrado en este siglo, prevé un estudio del ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente que adelanta hoy pautas con vista al impacto de los cambios climáticos.

Se trata de una guía sobre la posible evolución del clima identificada por la sigla GCC que toma como referencia el período 1980-1999 y tiene el propósito de servir de instrumento para elaboración de planes frente a ese fenómeno.

Los cálculos de los científicos indican fluctuaciones en el alza de la temperatura entre 1,6-2,8 grados en algunas regiones del país, mientras predicen aumentarán las precipitaciones, sobre todo en las zonas del norte.

La investigación estima que el nivel del mar se elevará 30 centímetros a mediados de la actual centuria y otros 75 centímetros de cara al siglo 22, teniendo en cuenta el efecto invernadero.

Expertos del Fondo para la Defensa del Medio Ambiente alertaron de que constituye el segundo país más afectado por el cambio climático, algo que se ha ido haciendo sentir en el caso de la agricultura y las regiones rurales y costeras.

Si la temperatura del Planeta aumenta dos grados centígrados y el nivel del mar sube un metro, se inundará un 90 por ciento de la extensión agrícola del Delta del río Mekong, alertaron esos especialistas.

Deshielo en el gran glaciar Humbold


Glaciar Humbold Greenpeace hizo públicas ayer algunas de las imágenes que ha tomado el barco Arctic Sunrise, que se encuentra de expedición en la zona ártica para documentar los efectos del cambio climático. Una de las imágenes muestra una placa desmembrada del glaciar Humboldt en Groenlandia, el mayor del Hemisferio Norte. La placa de hielo mide unos 100 metros de largo. Greenpeace quiere presentar pruebas del efecto del cambio climático de cara la cumbre convocada por la ONU.

10 agosto 2009

Hay que conversar las zonas boscosas en Bolívar Calentamiento Global


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Alejandro Lanz, director del Centro de Investigaciones Ecológicas de Venezuela , destacó el impostergable papel que deben asumir los gobiernos regionales y el Estado en la protección de ecosistemas nacionales

El cambio climático que viene ocasionando la actividad humana de forma directa e indirecta, está alterando la composición de la atmósfera mundial con consecuencias irreversibles de no tomar conciencia y generar acciones concretas para corregir el rumbo, tanto por parte de las comunidades, como por los gobiernos en sus planes de acción.

Así lo señaló Alejandro Lanz, director del Centro de Investigaciones Ecológicas de Venezuela (CIEV) quien destaco el impostergable papel que deben asumir los gobiernos regionales y el Estado venezolano en la protección de ecosistemas nacionales y políticas públicas de sustentabilidad ambiental, siendo Venezuela un país extractor de petróleo.

“Es asumir una visión de equilibrio al vivir la nación de la exportación de crudo (…) Los gases de efecto invernadero, especialmente de dióxido de carbono de la quema de combustibles fósiles, contribuye a los cambios del clima, por lo que proteger y mejorar los ecosistemas, es una deuda natural que todos tenemos con la madre naturaleza”, expresó el ecologista.

En tal sentido señaló que, para la actualidad, la conservación de la cuenca del Caura, la Reserva de Imataca y demás zonas boscosas del estado Bolívar es una prioridad que pasó de ser nacional dada la globalización de los problemas ambientales, “y se puede decir que es un deber internacional el proteger las zonas boscosas que hoy se siguen destruyendo, bajo la mirada indolente del Teatro de Operaciones No. 5 y demás organismos del Estado como el Ministerio del Ambiente”, afirmó el director del CIEV.

En la actualidad las capacidades autoreguladoras de la atmósfera están siendo llevadas a sus límites y según muchos, sobrepasadas; es por ello que la conservación de los bosques cobra un interés de todos los habitantes del planeta.

“No es sana política, para la humanidad, dejar la búsqueda de soluciones para el futuro o para cuando se hagan fuertemente necesarias. La atmósfera y los procesos que mantienen sus características no tienen tiempos de reacción muy rápidos comparado con los periodos humanos”, recalcó.

Es por ello que alega el Estado debe tomar medidas inmediatas para la sustitución de actividades no sustentables que deterioren el medio ambiente como la minería ilegal que actualmente se desarrolla en la cuenca del Caura e Imataca, las deforestaciones ilegales y masivas que también sufren estos junto a zonas boscosas de los municipios Gran Sabana, Piar, Pedro Chien, entre otros. (Prensa CIEV)