31 diciembre 2008

Estudios al mar pueden ayudar a pronósticos de cambio climático

SINGAPUR (Reuters) - Un equipo de científicos ha elaborado una nueva definición de agua de mar que mejorará las proyecciones para los océanos y el clima.

Los océanos ayudan a regular el clima del planeta al llevar el calor desde el ecuador a los polos. Los cambios en la salinidad y la temperatura son fuerzas primordiales para el impulso de las corrientes mundiales, así como para los patrones de circulación desde la superficie al lecho marino.

El entender cuánto calor puede absorber exactamente el océano y registrar las leves diferencias de salinidad es crucial para que los científicos descifren cómo los mares afectan al clima y cómo podría cambiar esa interacción debido al cambio climático.

"El conocer estas circulaciones de forma correcta es clave para la tarea de cuantificar el papel del océano en el cambio climático", dijo Trevor McDougall de la Organización de Investigación Industrial y Científica de la Commonwealth (CSIRO, por su sigla en inglés), un organismo respaldado por el Gobierno de Australia.

McDougall es parte de un equipo internacional que actualizó los métodos para definir el agua de mar.

Dijo que la nueva definición permite por primera vez calcular con precisión el calor del océano y evaluar las pequeñas diferencias de salinidad. Métodos anteriores asumían que la composición del agua marina era la misma en todo el mundo.

El agua de mar es una mezcla de 96,5 por ciento agua pura y el resto está integrado por sales, gases disueltos y otras materias. McDougall dijo que los datos de cerca de 1.000 muestras de agua marina mostraban variaciones en todo el mundo.

Había pequeñas pero importantes diferencias en la composición del agua de mar entre el Pacífico Norte y el Atlántico Norte, por ejemplo.

"Lo hicimos bien durante cerca de 30 años sin estudiar con más profundidad de qué está compuesta el agua marina", dijo McDougall, desde el buque insignia del CSIRO desde Hobart, en el sureño estado australiano de Tasmania.

Sin embargo, modelos de computadora más complejos y la mayor demanda por proyectar cómo se comportarán el clima y los océanos en un mundo más cálido significa que se necesitan datos más precisos.

McDougall dijo que la salinidad afecta la densidad del agua y los cambios en la densidad ayudan a impulsar los enormes patrones de circulación vertical del océano.

"El agua se hunde hasta el fondo y sube hasta la superficie en una circulación muy lenta que corresponde a cerca de la mitad del calor que el mundo necesita llevar desde el ecuador a los polos", dijo.

La circulación constante del calor por los océanos y la atmósfera mantiene al planeta como un lugar habitable.

"Lo que estamos haciendo es brindar una forma más precisa de estimar esa circulación", afirmó.

McDougall preside la Comisión Científica sobre Investigación de Océanos, un organismo de consulta mundial, y dijo que esperaba que los nuevos métodos sean formalmente respaldados por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental en una reunión en junio del próximo año.

(Editado en español por Ricardo Figueroa)

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